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(IAR-Noticias)
16-Mar-05
AFP
Los miembros de la OPEP, entre
ellos Venezuela, se reúnen este miércoles en Ispahan (Irán) con el reto de
apaciguar a los mercados, mientras las cotizaciones del petróleo se mantienen en
niveles cercanos a récords históricos.
Arabia Saudita, primer exportador de la Organización de Países Exportadores de
Petróleo (OPEP), propuso en víspera de la reunión un aumento de la producción
del cartel para hacer frente a una extraordinaria demanda mundial de crudo, que
dispara los precios.
Esa demanda es impulsada por varios países emergentes -China, Brasil o India-
pero también por Estados Unidos, primer consumidor mundial.
Responsables estadounidenses instaron telefónicamente a ministros de la OPEP a
hacer lo posible para "apaciguar" a los mercados, indicó el martes en Ispahan
(Irán) el ministro argelino de Petróleo, Chakib Jalil.
Jalil calificó de "normales" estas comunicaciones de Estados Unidos con
responsables de la OPEP.
"Desde luego todo el mundo (en el cartel) recibió llamadas telefónicas de los
estadounidenses, que nos animan a hacer lo mejor de nuestra parte para apaciguar
a los mercados", dijo el ministro argelino.
Estados Unidos prefiere que los precios del petróleo "sean muy bajos, y yo
también, pero no tenemos el mismo concepto de los precios", explicó Jalil.
"Lo que importa, es satisfacer la demanda existente", dijo por su parte el
ministro saudita de Petróleo, Ali Al-Naimi. Para ello, "haremos lo necesario",
añadió, dando a entender que su país podría incluso actuar sólo aumentando su
propia producción.
Según Al-Naimi, la demanda mundial de petróleo aumentará más de dos millones de
barriles diarios (mbd) en el segundo semestre de 2005, por lo que la OPEP
debería aumentar su cuota de producción, actualmente de 27 millones de barriles
diarios (mbd).
Arabia Saudita propone un aumento de 500.000 barriles por día.
Por su parte, el presidente de la OPEP y ministro kuwaití del petroleo, Ahmed
Al-Sabah, admitió en Ispahan que el cartel aumentará en algún momento su
producción, aunque sin precisar cuándo.
La OPEP, integrada por 11 países y que suministra el 40% del petróleo mundial,
debe pronunciarse al respecto en su reunión del miércoles en esta ciudad, a 400
kms al sur de Teherán.
Pero la propuesta saudita no genera total unanimidad en el cartel.
Venezuela, único miembro latinoamericano del cartel, no considera necesario
aumentar la producción de la OPEP, según dijo el pasado fin de semana en su país
el ministro de Energía venezolano, Rafael Ramírez, quien no había llegado aún el
martes por la noche a Ispahan.
Además, el país sudamericano debe defender de alguna manera ante la OPEP la
visión de su presidente Hugo Chávez, quien, en clara alusión a Estados Unidos,
ha asegurado que el petróleo debe ser un "arma" contra los poderosos.
Esta reunión de la OPEP ha estado precedida en los últimos días por inequívocas
declaraciones de Chávez.
"El mundo debería olvidarse del petróleo barato, (eso) no volverá a suceder",
advirtió el presidente venezolano.
"Queremos usar el petróleo como una herramienta para conseguir la igualdad; no
queremos usarlo para dar más poder a las naciones ya de por sí poderosas", dijo
la semana pasada en India, durante una gira.
La alusión a Estados Unidos fue mucho más clara dos días después en París, donde
Chávez reiteró que, según él, Washington prepara un complot para asesinarlo.
Si eso ocurre, "un movimiento popular se desataría y el precio del barril no se
quedaría en 50 dólares, sino que superaría los 100", lanzó el presidente
venezolano.
Irán, segundo exportador del cartel, parece también reticente a aumentar la
cuota de producción de la OPEP.
"Las dificultades en el mercado no están vinculadas a una penuria de la oferta,
se trata de otros problemas políticos y técnicos que no son del dominio de la
OPEP", aseguró el ministro iraní, Bijan Namdar Zanganeh, en alusión a las
tensiones en Irak y en Medio Oriente.
En todo caso, un eventual aumento de la cuota de la OPEP en 500.000 barriles
diarios sería sólo un gesto simbólico que mantiene el statu quo, opinan los
expertos.
En efecto, el cartel ya está produciendo ahora entre 600.000 y 800.000 barriles
diarios por encima de esa cuota, lo que explica el brevísimo impacto positivo
que tuvo la propuesta saudita en las cotizaciones de crudo. El martes éstas
volvieron a acercarse a sus máximos históricos.
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