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(IAR-Noticias)
16-Nov-05
Washington admite que son sólo
simulaciones y no trabajos de laboratorio ni pruebas de vuelo, pero las
anotaciones son tan detalladas que dan qué pensar .
Por Mercedes Gallego - ABC
Durante dos años,
Estados Unidos trató de convencer al mundo de que Irak tenía armas de
destrucción masiva con «información clasificada» que no compartió con sus socios
hasta la presentación de Powell en la ONU, un mes antes de la
invasión. El argumento resultó ser falso.
Esta vez, en su campaña para alinear
al mundo contra Irán, cuenta con algo más palpable: un ordenador portátil
interceptado a Irán, con documentos que relatan sus progresos en el diseño de
armas nucleares.
El misterioso portátil fue entregado
a mitad del año pasado por una fuente dentro de Irán que, a su vez, lo habría
obtenido de alguien cercano al equipo técnico del programa armamentístico. Ni su
identidad ni otros datos han sido revelados.
Esta mina de inteligencia es clasificada, y sólo se le ha mostrado a unos pocos
hombres en el mundo, a los que tienen que decidir las presiones que se ejercerán
contra Irán para forzarle a desmantelar su programa nuclear.
El primero en conocerlo, según The New York Times, fue el egipcio Mohamed el-Baradei,
director de la Agencia Internacional de Energía Atómica de la ONU (AIEA).
La reunión se celebró a mitad de
julio, en una de las salas que ocupa la Embajada estadounidenses en un
rascacielo de Viena, frente al Danubio. Hasta esa ciudad, sede de la AIEA, se
desplazó el subsecretario de Estado para Control de Armas y Seguridad
Internacional, Robert Joseph.
Información a europeos
Frente al hombre que ha conseguido el Premio Nobel de la Paz por no ceder a las
presiones norteamericanas para confirmar la existencia de armas de destrucción
masiva en Irak, el equipo estadounidense abrió el ordenador y procedió a
mostrarle su contenido.
Desde entonces altos cargos de países
europeos como Gran Bretaña, Francia y Alemania han recibido la misma
presentación que, al parecer, les ha convencido de la falta de honestidad iraní
sobre sus intenciones de desarrollar energía nuclear con fines pacíficos.
Sospechas que no han dejado de
aumentar tras la llegada al poder del presidente iraní, Mahmud Ahmadineyad.
Los más de mil documentos con simulaciones por ordenador y detalles de los
experimentos muestran la evolución de los esfuerzos del equipo de ingenieros
para fabricar una cabeza compacta que se ajuste a los misiles iraníes «Shahab»,
con capacidad para alcanzar Israel y otros países de la región.
Uno de los detalles más preocupantes
es que se busca una explosión a 2.000 pies sobre el objetivo, altura ideal para
una detonación nuclear que no se puede utilizar para armas convencionales,
químicas o biológicas.
Estados Unidos admite ante sus invitados que se trata de simulaciones por
ordenador, no de trabajos de laboratorio ni pruebas de vuelo, que, por tanto,
sólo revelan intenciones y no que dicha tecnología esté en manos de Teherán.
Sin embargo, las anotaciones de los
técnicos son suficientemente voluminosas y detalladas como para convencer de que
los trabajos se están llevando a cabo.
«Han resuelto problemas en los que uno no se mete a no ser que vaya en serio»,
dijo un diplomático europeo al rotativo neoyorquino.
Otros diplomáticos consultados creen
que la información es «fabricable» por una agencia de Inteligencia muy
cualificada, suspicacia especialmente intensa mientras no se comparta su
procedencia. Y es que Estados Unidos no ha permitido a la AIEA cotejar estos
datos con Irán.
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