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(IAR-Noticias)
18-Nov-05
Bush en el peor momento de su
presidencia.
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La pelea entre demócratas y republicanos subió de volumen el jueves por
declaraciones del vicepresidente Richard Cheney, que contraatacó a los que
cuestionan la invasión militar de Irak.
El vicepresidente
estadounidense, Dick Cheney, se sumó hoy a las críticas lanzadas por el
presidente George W. Bush y los republicanos en contra de las acusaciones de los
demócratas, que acusaron a la Casa Blanca de falseamiento de información
durante la guerra de Irak.
Los demócratas habían acusado a Bush
de manipular la opinión pública para conseguir apoyo y consenso internacional
para el derrocamiento del régimen de Sadda Hussein.
La
acusación de los demócratas "es uno de los cargos más deshonestos y
reprensibles que jamás se hayan formulado", declaró Cheney durante el
encuentro con el grupo político conservador Instituto de Fronteras de Libertad.
"Los comentarios más irresponsables vinieron de parte de políticos que realmente
votaron a favor de la autorización del uso de fuerza para derrotar a Sadam
Hussein", señaló.
Según el vicepresidente, tales
señalamientos contra el mandatario George W. Bush representan "las más
deshonestas imputaciones que se hayan conocido jamás".
Por su parte, Bush, que se encuentra en Corea del Sur, en la reunión del Foro de
Cooperación Económica Asia Pacífico (APC), agradeció las palabras de Cheney.
"Estoy de acuerdo con el
vicepresidente", dijo. "Es una irresponsabilidad decir que engañé a la sociedad
americana", añadió.
"Lo que me preocupa es que la gente irresponsable está utilizando su posición
política para jugar sucio", remarcó el presidente. "Y esto es exactamente lo que
ocurre en América", sumó.
Esta semana el líder demócrata en el Senado, Harry Reid, acusó a la
administración Bush de jugar a la política con el espinoso asunto del
Medio Oriente y exigió dejar de fustigar a los inconformes con el desarrollo de
la contienda.
Las formulaciones de Cheney se suman al coro de ataques republicanos contra la
oposición que intenta aprovechar las denuncias contra torturas y el decaimiento
de la imagen de Bush.
También el secretario de defensa Donald Rumsfeld pasó a la contraofensiva
y criticó a líderes demócratas que -dijo- en el pasado consideraron a
Hussein como una amenaza.
En primer lugar, Mencionó a Bill
Clinton y a la ex secretaria de Estado, Madeleine Albright.
El ex jefe de inspectores de la ONU,
Hans Blix, se sumó al escenario de confrontación acusando a Estados Unidos de
estafar al mundo en el caso de las supuestas armas de destrucción masiva del
anterior gobierno de Bagdad.
La
administración del presidente Bush engañó a todos sobre el arsenal de
destrucción iraquí, enfatizó el ex inspector de armas de la Organización de las
Naciones Unidas, citado por el diario Boston Globe.
En rigor, subrayó Blix, Estados Unidos financió la invasión para asegurar el
flujo de petróleo desde el Oriente Medio. Creo que Washington planeó siempre
colocar un régimen amistoso en el país árabe, acotó.
El también ex director de la Agencia Internacional de Energía Atómica dirigió a
los fiscalizadores de la ONU para verificar si Iraq tenía ocultas armas de
destrucción masiva, tal como argumentó la Casa Blanca para justificar la guerra.
La invasión militar contra el
gobierno de Saddam Hussein comenzó en marzo de 2003, y hasta hoy se cobró la
vida de más de 2.070 soldados norteamericanos han muerto en esa
contienda, en tanto que otros 14.000 fueron heridos o mutilados.
Como parte de su plan de esclarecimientos, Bush dio dos discursos en días
recientes donde calificó de "hipócritas" a sus múltiples detractores en el
Capitolio estadounidense.
Un sondeo dado a conocer este
miércoles por el diario USA Today y la cadena de televisión CNN señala que los
norteamericanos hoy ven a Irak como en otros años apreciaron la situación en
Vietnam.
La medición muestra que el
54 por ciento de los estadounidenses piensa que el gobierno de Bush cometió un
error al agredir a Irak frente a un 45 que estima que actuó como debía.
El martes nuevamente Bush manifestó su
"gran confianza" en la
misión dirigida por las fuerzas de su país en Irak, insistiendo en que
alcanzaría el éxito en su objetivo de establecer la democracia en el país.
"La única razón por la que podemos no alcanzar el éxito es que perdamos los
nervios", declaró Bush a los periodistas en una conferencia conjunta con el
primer ministro japonés, Junichiro Koizumi, celebrada después de su encuentro.
Pese
a la presión sobre la Casa Blanca para que revele detalles del llamado sistema
encubierto de prisiones de la CIA, George W. Bush justificó enérgicamente el
lunes los programas de interrogatorio en la "guerra antiterrorista" y se
opuso a una iniciativa del Congreso para proscribir la tortura.
"Hay un enemigo al acecho que confabula, planea y desea volver a
herir a Estados Unidos'', dijo Bush. "Por lo tanto pueden estar
seguros de que vamos a perseguirlos agresivamente, pero lo haremos
dentro de la ley''.
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