(IAR-Noticias)
23-Nov-05
Las
denuncias y versiones contra Bush se siguen acumulando dentro y fuera de EEUU, y
esta vez le tocó el turno a Gran Bretaña, su principal aliado estratégico en la
"guerra contra el terrorismo" lanzada tras el 11-S, donde la difusión de un
documento reveló que planeaba un ataque con misiles contra la estación central
de la cadena árabe Al Jazeera.
Un memorándum
secreto del gobierno británico filtrado a la prensa asegura que el jefe de la
Casa Blanca mencionó esa intención durante un encuentro con el premier, en abril
de 2004, según el diario británico Daily Mirror
Un funcionario británico fue acusado de revelar el contenido del documento
secreto del gobierno que, según dijo el Mirror, revela que el primer ministro
Tony Blair convenció al presidente George W. Bush de no bombardear la emisora
de televisión árabe Al Jazeera.
Según el diario Daily Mirror, Bush mencionó la posibilidad de bombardear la sede
de Al Jazeera en Doha, Qatar, cuando se reunió con Blair en la Casa Blanca el 16
de abril del año pasado.
Tras la revelación, parlamentarios
británicos pidieron a Downing Street, sede del gobierno de Londres, que
publique los detalles de la supuesta conversación que mantuvo el premier
británico con el Presidente de Estados Unidos, para convencerlo.
El documento confidencial, titulado "Top Secret", indica que Bush buscaba
destruir los estudios de grabación de Al-Jazeera en la capital qatarí, Doha,
porque consideraba a esa emisora opuesta a sus políticas en Irak y Medio
Oriente.
Washington cree que esa cadena
televisiva provoca sentimientos anti-estadounidenses al difundir
imágenes de las secuelas de los bombardeos en Afganistán y en Irak, así como
reportajes a dirigentes fundamentalistas islámicos que incitan al "terrorismo",
entre ellos Osama bin Laden.
Según el Mirror el Presidente norteamericano estaba enfurecido con esa cadena
árabe de noticias por su política de difundir mensajes y videos del grupo
Al-Qaeda, de su líder, Osama Bin Laden, y de otros insurgentes iraquíes, así
como también la decapitación de militares estadounidenses y civiles en Irak.
Citando fuentes gubernamentales consultadas el Mirror asegura que la
supuesta conversación entre Blair y Bush ocurrió durante la visita del premier
británico a la Casa Blanca, el 16 de abril del año pasado, tras los
bombardeos con misiles en la ciudad de Faluya, en los que 30 marines
estadounidenses perdieron la vida.
El responsable de Asuntos Exteriores
del Partido Liberal Demócrata (PLD), Menzies Campbell, indicó que si estas
informaciones son ciertas muestran "la desesperación del Gobierno de Bush a
medida que los sucesos en Irak comienzan a descontrolarse".
"En esta ocasión, el primer ministro
tuvo éxito al evitar un desastre político, pero muestra lo peligrosa que
ha sido su relación con el presidente Bush", declaró el político
liberal-demócrata.
Por su parte, el que fuera ex ministro de Defensa del Gobierno laborista, Peter
Kilfoyle, pidió que este documento sea divulgado para conocimiento de la opinión
pública.
"Si el presidente Bush quería
bombardear Al Jazeera en lo que es después de todo un país amigo... eso plantea
interrogantes sobre posteriores ataques contra periodistas que no estaban
asignados a las fuerzas de la coalición", señaló.
La oficina de Blair se negó a comentar la versión, indicando que nunca
discute documentos que han sido filtrados a la prensa.
El funcionario David Keogh es acusado de haber pasado el memorándum a Leo
O'Connor, quien había trabajado previamente con el ex legislador británico Tony
Clarke. Tanto Keogh como O'Connor deben comparecer la próxima semana ante un
tribunal para responder a los cargos.
En abril del 2003, un periodista de Al Jazeera murió cuando su oficina en Bagdad
fue bombardeada por aviones estadounidenses.
En aquella ocasión, Nabil Khoray, un
vocero del departamento de Estado norteamericano en Doha, dijo que se había
tratado de un accidente.
En noviembre del 2002, la oficina de Al Jazeera en Kabul, Afganistán, fue
destruida por un misil norteamericano.
Ningún miembro de la emisora estaba
en la oficina en el momento del ataque. Funcionarios de Estados Unidos
explicaron que ignoraban que se trataba de la oficina de Al Jazeera, y
suponían que se trataba de un bunker "terrorista".
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