El
texto de los comentarios de Greenspan, quien se encontraba este fin de semana
en Londres para participar en la reunión de ministros de Finanzas y banqueros
centrales del Grupo de los Siete, se distribuyó a los periodistas en
Washington.
También
aumentó la posibilidad de ampliar esta brecha, que muestra que Estados Unidos
consume más de lo que produce, reflejando una marcha de largo plazo hacia
una economía más financieramente sofisticada y una economía global integrada,
sugiriendo cierto grado de sustentabilidad.
"Datos
firmes documentando estos desarrollos globales a un micronivel son
lamentablemente escasos", dijo Greenspan.
"Aun
así, las evidencias anecdóticas, circunstanciales, y alguna evidencia
estadística sugieren que este históricamente largo déficit de cuenta corriente
de EEUU podría ser parte de un conjunto más amplio de crecientes déficit
no consolidados y una deuda acumulada que podría decirse es más secular que
cíclica", apuntó.
El responsable de la política
monetaria de EE UU, que abandonará el cargo en enero de 2006 y será
sustituido por el profesor Ben Bernanke, indicó que en 2005 los gastos de la
Seguridad Social representarán el 8 por ciento del producto interior bruto (PIB)
de la economía norteamericana, y estimó que en 2015 este porcentaje crecerá
hasta el 9 y en 2030 hasta el 13 por ciento.
Greenspan acudió este viernes a su última reunión, la número 55, con los
ministros de Finanzas y gobernadores de bancos centrales del G-7 (EEUU, Japón,
Alemania, Reino Unido, Francia, Italia y Canadá).
Si bien la zona euro todavía no puede dar alegrías de crecimiento económico
vigoroso a las reuniones del G-7, los gobernadores de bancos centrales europeos,
con Jean-Claude Trichet, presidente del Banco Central Europeo (BCE) a la cabeza,
acapararon la atención, tras la decisión el pasado jueves de subir un 0,25% los
tipos hasta el 2,25%.
El ministro del Tesoro británico, Gordon Brown, anfitrión del encuentro les
recibió con un espaldarazo. "Están actuando para prevenir la recurrencia de la
inflación global. La duplicación de los precios del petróleo afecta a la
inflación global y cada país industrial avanzado está adoptando las medidas
contra ella", dijo Brown.
Fue Brown, quien presentó a Alan Greenspan ante la Conferencia de la Empresa
Avanzada, un evento organizado aprovechando la reunión del G-7, para que hiciera
su virtual discurso de despedida.
Sensible a la preocupación que el llamado déficit gemelo (exterior y fiscal) de
EE UU ha creado en los últimos dos años en el mundo, Greenspan dedicó su
testamento -quizá uno de varios de aquí a finales de año- a examinar el origen y
la evolución así como las posibles consecuencias si no es corregido.
"Esta tarde me gustaría plantear la hipótesis de que la razón por la que el
históricamente elevado déficit por cuenta corriente de EE UU no ha ejercido una
persistente presión sobre el dólar, al menos hasta el presente, es porque el
déficit refleja una más amplia y durable tendencia financiera en EEUU y en otras
partes", dijo.
Esa
tendencia es el flujo de inversiones y ahorro extranjeros hacia el mercado
estadounidense, que financia la compra de bienes y servicios por parte de
residentes de EE UU, un flujo atraído por la elevada productividad.
"Por supuesto, los déficit que acumulan una deuda exterior neta siempre
ascendente, con el esperado aumento del servicio de la misma, no puede
persistir indefinidamente", subrayó.
"En
algún punto, los inversores extranjeros se sentirán obstaculizados ante
una creciente concentración de créditos adeudados por los residentes de EE UU
aún cuando la tasa de retorno sobre las inversiones sigan siendo competitivas y
comenzarán a alterar la composición de sus carteras".
"Aunque
los inversores extranjeros no han reducido significativamente su financiación en
EE UU desde 2002, hemos observado una caída en el valor del dólar y una
reducción de la participación del dólar como moneda en las carteras mundiales",
señaló.
El resultado es una "dispersión de desequilibrios".
Greenspan reconoce que no existe todavía una comprensión sobre las implicaciones
de estos desequilibrios que cruzan todas las fronteras. "Si la tuviésemos,
nuestra capacidad de previsión del proceso de ajuste internacional de los
últimos años habría sido mejor. Con el tiempo, presumo que aprenderemos".
Greenspan instó al Congreso a realizar "ajustes significativos" en las
pensiones por su elevado déficit antes de que la generación del baby boom cumpla
la edad de jubilación, que tendrá lugar entre 2008 y 2013, informa Efe.
Considera que es una reforma inevitable porque "las consecuencias de no hacer
nada para la economía de Estados Unidos podrían ser severas".
La preocupación de Greenspan por la sostenibilidad a largo plazo del sistema de
pensiones es interesante. Y no sólo porque él haya sido uno de sus creadores.
También porque en EEUU, gracias a una tasa de natalidad mucho más alta que en
Europa, el sistema tiene garantizada su solvencia hasta alrededor de 2050.
Poco después de que Greenspan hablara, el presidente de Estados Unidos, George
W. Bush -uno de sus aliados políticos- comparecía brevemente ante los medios de
comunicación para exaltar la marcha de la economía estadounidense.
Bush
aprovechó las favorables estadísticas de desempleo, difundidas ayer, y de
inflación, publicadas el jueves, para defender su política económica.
El
presidente de EEUU concluyó su alocución, en la que no admitió preguntas de los
periodistas, afirmando que "Qcontinuaré luchando por una política económica
favorable al crecimiento, para garantizar que todos los americanos puedan
alcanzar el sueño estadounidense".
Las declaraciones de Bush tenían lugar justo cuando el Departamento de Trabajo
acababa de publicar los datos del Mercado laboral en octubre, en el que se
produjo una creación de 215.000 empleos netos, una cifra superior a lo previsto
por el mercado.
La
cifra muestra, según los analistas, que la economía estadounidense se ha
recuperado con gran rapidez de la devastación causada por los huracanes
Katrina, Rita y Wilma.