(IAR-Noticias)
10-Dic-05
Reuters
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Grupos de jóvenes acudieron a la
cumbre para expresar su opinión. |
Las naciones
desarrolladas e industrializadas estaban el viernes cerca de dar un
paso importante en un acuerdo para comenzar a trabajar en la
extensión del Protocolo de Kyoto que pretende combatir el
calentamiento global más allá de 2012, pero Estados Unidos se opuso
a los llamamientos para realizar nuevos compromisos.
En el último día de la convención
sobre el cambio climático que comenzó el 28 de noviembre en Canadá,
los ecologistas dijeron que están perdiendo la esperanza de que
Estados Unidos - el mayor productor de gases de efecto invernadero
que retienen el calor en la atmósfera - firme un acuerdo aparte con
todas las naciones, no solo con los miembros de Kyoto.
"El presidente Bush hace no mucho tiempo en la reunión de Gleneagles
del G8 tuvo un primer planteamiento que hacía confiar en una actitud
un poco más abierta de la que la administración Bush está teniendo
aquí", afirmó la ministra española de Medio Ambiente, Cristina
Narbona, en Radio Nacional de España.
"Pero mire, el pueblo norteamericano de forma creciente está
llevando a cabo una campaña contra su propio Gobierno".
Aunque Estados Unidos no es uno de los 157 países que están
suscritos a Kyoto, Canadá quiere llegar a un acuerdo para que se
lleven a cabo negociaciones abiertas entre todos los países para la
cooperación a largo plazo sobre el cambio climático.
Delegados dijeron que el negociador jefe de los Estados Unidos
Harlan Watson salió de una sesión de conversaciones en la noche del
jueves diciendo que las proposiciones de los anfitriones canadienses
para el diálogo sobre acciones a largo plazo era equivalente a
entrar en negociaciones.
A pesar de la resistencia estadounidense, los países participantes
en Kyoto anunciaran un acuerdo para relanzar el año próximo las
negociaciones para la segunda fase del protocolo.
Esto daría a los miembros siete años para negociar y ratificar los
acuerdos para cuando concluya la primera fase en 20012.
El presidente estadounidense, George W. Bush, decidió sacar al país
de Kyoto en 2001, afirmando que los recortes obligatorios de las
emisiones de los combustibles fósiles entorpecerían el crecimiento y
la creación de empleo. Washington prefiere su propio enfoque para
reducir el calentamiento global, principalmente invirtiendo en
tecnología.
EEUU opta por un enfoque propio
Muchos habían esperado que la resistencia de EEUU se rompiera tras
los sucesos climáticos ocurridos este año, particularmente con la
destrucción de Nueva Orleans por el huracán Katrina. Pruebas
científicas sugieren que el calentamiento global podría estar detrás
de los recientes y devastadores casos medioambientales.
De acuerdo con el Protocolo de Kyoto, unas 40 naciones
industrializadas acordaron reducir sus emisiones en 2008-12
alrededor de un cinco por ciento sobre los niveles de 1990, pero la
mayoría está de acuerdo en que se necesitarán recortes mayores y a
más largo plazo para evitar un caos climático en las próximas
décadas
También ha aumentado la presión sobre los países con niveles de
crecimiento enormes, especialmente los gigantes asiáticos China e
India, que no fueron incluidos en la primera fase de recortes
obligatorios, y que están basando su crecimiento en energías
contaminantes.
Estos países rechazan contundentemente una reducción de sus
emisiones, pero podrían beneficiarse de los acuerdos a largo plazo
en la conferencia para ayudarles a desarrollar una tecnología más
limpia.
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