(IAR-Noticias)
12-Dic-05

Fue arrancada con tortura por la CIA y se usó como argumento para la
guerra.
Por Ana Baron - Clarín
Los métodos utilizados en la guerra contra el terrorismo que lidera EE.UU. en
varias partes del mundo, se parecen cada vez mas a los utilizados durante la
guerra sucia que tuvo lugar en la Argentina. Pese a las enormes diferencias que
existen entre ambos tipos de guerra, en los dos hubo y hay detenidos
interrogados bajo tortura en cárceles clandestinas y sospechosos que desaparecen
y que nadie saben si están vivos o muertos.
Aunque es sabido que la información que da un detenido interrogado bajo tortura
suele no ser verdadera, en Argentina fue utilizada frecuentemente para arrestar
a sospechosos, lo que condujo a todo tipo de errores y atrocidades. En el caso
de EE.UU. el uso de este tipo de información con dujo además, ni más ni menos,
que a la guerra contra Irak.
En efecto, The New York Times denunció el sábado en su primera página que las
acusaciones acerca de que Saddam Hussein tenia contactos con Al Qaeda que hizo
la Casa Blanca antes de la guerra provinieron de Ibn al-Shaikh al-Libi , uno de
los líderes máximos de Al Qaeda, de origen libio, quien fue arrestado en
diciembre de 2001 en Pakistán.
La CIA lo trasladó luego a Egipto en un operativo que en la jerga de los agentes
secretos se llama "rendición". La secretaria de Estado, Condoleezza Rice,
confirmó que EE.UU. hace este tipo de operativos que están en contra de la
convención de derechos humanos de la ONU. Rice los justificó diciendo que los
interrogatorios en ciertos países son más efectivos por razones culturales.
En El Cairo, bajo los efectos de la tortura Al Libi terminó "cantando" que Irak
le proveyó a Al Qaeda, entre otras cosas, entrenamiento en uso de explosivos y
armas químicas. La CIA nunca tuvo pruebas de que eso era cierto, pero tanto el
vicepresidente Dick Cheney como el secretario de Estado Colin Powell y otros
funcionarios del gobierno de Bush utilizaron esa información para justificar la
invasión de Irak.
Al Libi fue trasladado en 2003 de Egipto a Guantánamo, pero hoy en día nadie
sabe donde está. En la lista de 25 desaparecidos que publicó recientemente Human
Rights Watch, Libi es el primero. Según la organización, Libi fue detenido en
diciembre del 2001 o enero del 2003 por las autoridades paquistaníes. Muy poco
después de su arresto, Libi pasó a manos norteamericanas en el aeropuerto de
Kandahar, Afganistán, y a los pocos días fue interrogado a bordo del buque de
asalto Uss Bataan en el Mar Arábigo, donde había otros detenidos de Al Qaeda
como el americano John Walker Lindh.
Al parecer en ese momento hubo una disputa entre el FBI y la CIA para ver quién
se quedaba con él, pero ganó la CIA. "Le pusieron tira plástica en la boca, lo
ataron y se lo llevaron a El Cairo", dijo un agente del FBI a la revista
Newsweek. "En el aeropuerto, el agente de la CIA le dijo a Al Libi antes de que
él aterrizara en El Cairo que iba a violar a su madre". Bajo los efectos de la
tortura, Al Libi dijo que Al Qaeda colaboraba con Saddam y que Irak proveía
entrenamiento para el uso de gases mortíferos. Ahora se sabe que dijo lo que sus
interrogadores querían oír.
La CIA tiene otras dos docenas de sospechosos como Al Libi en prisiones de
Europa del Este y otros países de Oriente Medio. En el reciente viaje de Rice a
Europa, la funcionaria no logró convencer de que EE.UU. no tortura ni tiene
cárceles clandestinas en ese continente.
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