(IAR-Noticias)
14-Dic-05
En una serie de discursos acerca de Irak, el presidente George W.
Bush ha combinado expresiones de una firme determinación en la búsqueda de sus
objetivos en ese país con el reconocimiento de las dificultades encontradas para
lograrlo.
Agencia
Associated Press
Si bien sus detractores dicen que el presidente no ha ofrecido nada nuevo, sus
partidarios afirman que los discursos presidenciales de estas dos semanas le
ayudarán a recuperar el favor del público y pondrán a los demócratas a la
defensiva.
El miércoles, Bush pronunciará el cuarto y último de una serie de discursos
destinados a recalcar las elecciones de esta semana para seleccionar un
gobierno permanente para Irak.
El mandatario procura recuperar el
respaldo público para una guerra que la mayoría de los norteamericanos
afirman ahora que fue un error.
El encuestador republicano Ed Goeas atribuye a los discursos un aumento en las
tasas de aprobación de Bush en general y su manejo de la guerra de Irak en
encuestas recientes.
"El presidente tiene que continuar reiterando por qué estamos en Irak y la razón
de esta batalla y asegurarse de que los demócratas no son los únicos cuyas
voces escucha el público", dijo Goeas.
Otros encuestadores no están tan seguros de que Bush pueda recibir mucho
respaldo sobre la base de los acontecimientos recientes.
"Creo que para cambiar realmente la actitud hacia Irak, tendrán que cambiar los
acontecimientos sobre el terreno. Menos bajas y cosas así", dijo Andew Kohut,
director del Centro de Investigaciones Pew.
El líder de la mayoría republicana Bill Frist dijo el martes que el presidente
hace un buen trabajo en la presentación de los objetivos del gobierno en Irak, y
que Bush debe resistir las presiones para ofrecer un cronograma para la retirada
de las fuerzas estadounidenses.
"Las muertes y el recuento de bajas son dolorosos para ambas partes", dijo Frist
en un programa televisivo. Pero agregó que los Estados Unidos "no tienen otro
remedio que combatir" a los terroristas de la región.
En su discurso del lunes en Filadelfia, Bush respaldó su decisión de invadir
Irak, tomada en marzo del 2003, aun cuando unos 30.000 iraquíes y más de 2.100
soldados norteamericanos han muerto como resultado de esa decisión.
"Si hubiera sabido entonces lo mismo que sé ahora, habría tomado la misma
decisión", dijo el mandatario.
Agregó que cuando los iraquíes "vayan a las urnas y seleccionen un nuevo
gobierno bajo su nueva constitución, (esa elección) será un acontecimiento
extraordinario en el mundo árabe".
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