(IAR-Noticias)
22-Dic-05
El
Senado de EEUU aprobó el miércoles extender durante seis meses
disposiciones clave del Acta Patriótica, la principal herramienta de la "guerra
contra el terrorismo" del presidente Goerge W. Bush que había sido rechazada por
el cuerpo la semana pasada, y que expiraban en 10 días.
La extensión
temporal, aprobada por unanimidad, dará tiempo para intentar resolver las
diferencias sobre garantías a las libertades civiles antes de convertir en
permanentes la mayoría de las disposiciones que el Gobierno de Bush considera
vitales para combatir el terrorismo.
"Esta es una solución de sentido común que da más tiempo al Senado para
trabajar una ley de consenso que fomente nuestra seguridad al tiempo que
preserve nuestra libertad", dijo el senador Patrick Leahy, un demócrata por el
estado de Vermont.
Aprobada
en un principio tras los atentados del 11 de septiembre del 2001, el Acta
Patriótica ampliaba la autoridad del Gobierno federal para organizar
búsquedas secretas, obtener grabaciones privadas, interceptar llamadas
telefónicas y aplicar otras medidas para encontrar a personas sospechosas de ser
terroristas.
Luego del rechazo a la ley en el
Congreso, George W. Bush, arremetió contra
los senadores que obstruyeron la renovación de la Ley Patriótica, asegurando que
su acción es inexcusable y supone poner en riesgo al país ante la amenaza de un
nuevo atentado terrorista.
La expiración de la Ley Patriótica pone en peligro a Estados Unidos y colocará
al país en una situación de debilidad", aseguró el miércoles el presidente estadounidense
en una alocución pronunciada desde la Casa Blanca.
La acción de bloqueo que protagonizan senadores de ambos lados del hemiciclo
impedía la votación de la prórroga de la Ley cuya validez expira el próximo 31 de
diciembre. Los senadores reclaman una extensión de la Ley pero sólo de tres
meses para permitir al Congreso revisarla.
Sin embargo, para Bush la realidad de la amenaza terrorista "está todavía ahí
(...) siguen todavía al acecho y necesitamos tener las herramientas necesarias
para defender al pueblo americano". Bush aseguró que la ley --que permite la
vigilancia de las comunicaciones, entre otras-- respeta la legislación sobre
protección de las libertades civiles de los americanos inocentes.
Sorpresivamente,
el viernes pasado, utilizando una táctica de dilación parlamentaria llamada
"filibusterismo" legisladores demócratas y republicanos, unidos por la
ideología y los intereses "anti-Bush", lograron momentáneamente paralizar en
el Congreso de EEUU la prórroga y renovación de la llamada "Ley Patriota"
sancionada después de los ataques terroristas de septiembre de 2001.
El día anterior -según consignaron
agencias internacionales y medios norteamericanos- republicanos y demócratas
habían alcanzado un convenio, por medio del cual se extendería la
vigencia de la polémica "Ley Patriota", sancionada después de los ataques
terroristas de septiembre de 2001 para espiar y controlar los movimientos de
"sospechosos de terrorismo" en territorio estadounidense.
Luego de meses de caldeados debates,
representantes de ambas bancadas en el Congreso norteamericano habían consentido
confirmar 16 estatutos del Acta Patriótica que expiraban en seis semanas,
indicaron fuentes parlamentarias.
Finalmente, el viernes pasado, el
Senado de EEUU rechazó renovar varias secciones de la polémica ley
antiterrorista de 2001, en un claro revés para Bush, que pretende convertir
algunos de esos puntos en permanentes.
Si al final no se llegaba a un
acuerdo en la Cámara algunas disposiciones expirarán a finales de año.
La medida de prorrogar la ley por
seis meses es una salida salomónica para posibilitar la discusión de los
polémicos artículos de la impopular ley.
La llamada Ley Patriota amplió los
poderes de los servicios de inteligencia (principalmente del FBI) para
espiar a presuntos terroristas y controlar las comunicaciones y los archivos
secretos de los ciudadanos comunes sometidos a los decálogos de la "guerra
contraterrorista" de Bush aplicados al territorio estadounidense.
Cuando fue aprobada la Ley
Patriota los ciudadanos norteamericanos y residentes en el país vieron
vulnerados y pisoteados sus más elementales derechos
humanos y libertades civiles.
Las
metodologías represivas utilizadas por las autoridades
y los servicios de inteligencia durante la Guerra Fría, en plena euforia del
"anticomunismo" paranoico, volvieron a ser implementadas por
la administración Bush utilizando como pretexto el ataque
terrorista del 11-S en EEUU.
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