(IAR-Noticias)
24-Dic-05 Europa Press
Con el estreno el viernes de "Munich", Steven Spielberg se
suma a una inusual temática que sacude a Hollywood, el terrorismo, a
pesar de las ampollas que levanta.
El realizador judío que
en su día confesó que "soñar es su forma de vida", se adentra
en la pesadilla del terrorismo al centrar su filme en el secuestro y
asesinato de 11 atletas israelíes durante los Juegos Olímpicos de
1972 en esa ciudad alemana.
"Munich" tiene poco que ver con una filmografía que incluye
filmes como "E.T.", la saga de "Indiana Jones" y "Tiburón" ("Jaws").
Sin embargo, la cinta está directamente vinculada a la cartelera
actual, donde el terrorismo mundial se convierte en un triste
protagonista.
Filmes como "Syriana", que trata la situación política del
Oriente Medio; "The War Within", sobre un posible atentado
contra Nueva York, o "Paradise Now", que sigue a un
terrorista suicida palestino en sus últimas horas, tratan de mostrar
las motivaciones y dudas de los terroristas o incluso sus
implicaciones morales.
Lo mismo se vive en la pequeña pantalla con la miniserie de 10
episodios "Sleeper Cell", centrada en los preparativos del
ataque de una célula de Al-Qaeda contra Los Angeles o en la
literatura, con la última novela de Salman Rushdie, "Shalimar the
Clown".
"Es cómo si estuviéramos diciendo, conoce a tu enemigo",
indicó a la prensa Ethan Reiff, productor de la miniserie.
Este mensaje parece inimaginable tras los atentados contra las
Torres Gemelas en Nueva York, el 11 de septiembre de 2001, y la
guerra contra Irak, que ha cambiado la perspectiva de Hollywood y
posiblemente del público en su visión sobre el terrorismo.
Un cambio que no está libre de polémica.
Como reconoció el director palestino Hany Abu-Assas, autor de "Paradise
Now", el hecho de tratar a los terroristas como seres humanos
le ganó las críticas extremistas de palestinos e israelíes por
igual.
Lo mismo pasa con "Munich", con la diferencia de que apenas nadie
conoce a este realizador palestino quien, en el mejor de los casos,
podría aspirar al Oscar a la mejor película extranjera.
Por contra, el apellido Spielberg es sinónimo de Hollywood, ya que
él es uno de sus mayores autores y creador de algunas de las
películas más taquilleras de la historia.
En una de las pocas entrevistas concedidas por "Munich", Spielberg
definió su película como "una oración por la paz" aunque,
lejos de sus deseos, lo que ha generado es una guerra dialéctica.
El Gobierno israelí expresó esta semana de manera oficial que la
película de Spielberg es "superficial" y "pretenciosa".

Sus quejas atacan el intento del director de situar en el mismo
plano moral a los agentes del Mossad y a los terroristas palestinos.
"Es una ecuación moral incorrecta", dice un comunicado publicado en
la revista "Variety", que también subraya que la película es
"presuntuosa, incluso si es de Spielberg".
Nidal Ibrahim, al frente de la revista árabe "Arab-American Business",
es algo más magnánimo aunque recuerda que casi se sale de la
proyección.
"Le doy crédito por haberlo intentado, pero en una situación así, no
hay quien salga victorioso, ni tan siquiera Spielberg", explica.
La crítica cinematográfica tampoco le ha tratado mejor.
Mientras David Brooks indica en "The New York Times" que "Spielberg
interpreta la realidad de forma equivocada", Leon Wieseltier,
desde "The New Republic", le ataca de manera frontal con la
pregunta: "¿por qué debo de admirar a alguien por su capacidad de
manipularme?".
El público tiene ahora la palabra para una película que, por el
momento, ha quedado excluida de las candidaturas más destacadas en
el mundo del cine, incluido el Globo de Oro al mejor drama.
Al menos, el realizador puede estar orgulloso de un comentario, el
de las viudas de dos de los deportistas asesinados en aquellas
trágicas olimpiadas.
En un comunicado desde Israel, Ilana Romano, viuda del levantador de
pesas Yosef Romano, y Ankie Spitzer, que estuvo casada con el
entrenador de esgrima Andre Spitzer, aseguran que "Munich" "respeta
la memoria de los atletas" y a su país.
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