(IAR-Noticias)
24-Dic-05
Es
porque firmó saludos escritos para las fiestas sin nombrar esa
celebración.
Por Alan Cooperman
- The Washington Post / Clarín
¿Qué falta en la
tarjeta de Navidad de la Casa Blanca? La Navidad. Este mes, como cada diciembre
desde que asumió, George Bush envió tarjetas con un mensaje genérico a 1,4
millón de sus amigos y seguidores. Para muchos, recibir una tarjeta de Navidad
de la Casa Blanca es emocionante, no importa el mensaje. Pero algunos cristianos
conservadores reaccionaron como si Bush les hubiera puesto brasas en las medias.
Y todo porque no aparece en las tarjetas la expresión "Feliz Navidad".
"Esto demuestra claramente que la administración Bush capituló ante los peores
elementos de nuestra cultura", dijo William A. Donohue, presidente de la
poderosa Liga Católica de Derechos Civiles y Religiosos. Bush "se define a sí
mismo como un cristiano evangélico que volvió a nacer. Pero indudablemente no
actúa como tal", comentó Joseph Farra, editor del sitio Web conservador
WorldNet.Daily.com. "Tiré mi tarjeta de la Casa Blanca apenas la recibí".
Los conservadores religiosos —que respaldaron masivamente la reelección de Bush—
están enojados. Han estado presionando a las tiendas para que promocionen las
ventas de Navidad en vez de "especiales de vacaciones" y exhortando a que los
estudiantes tengan "Vacaciones de Navidad" en vez de "receso invernal".
Celebraron cuando el Presidente de la Cámara J. Dennis Hastert (Republicano por
Illinois) insistió en que a la decoración con luces en el parque del Capitolio
la llamaran "Árbol de Navidad del Capitolio", y no el clásico "Abeto de las
Fiestas".
Y como si esto fuera poco, llega un
saludo genérico para la temporada desde la Casa Blanca, pagado por el Comité
Nacional Republicano. El diseño también es secular: muestra a las mascotas
presidenciales — dos perros y un gato — jugando sobre el parque de la Casa
Blanca nevado.
Uno de los generales del bando pro-Navidad en esta guerra declarada es Tim
Wildmon, presidente de la Asociación pro-Familia en Tupelo, Mississippi.
"A veces no se sabe si esto es siniestro o si simplemente significa que la
corrección política se volvió loca", dijo. Wildmon llamó este año a los
consumidores a boicotear las tiendas Target porque la cadena lanzó una circular
de publicidad de vacaciones que no mencionaba la Navidad. El año pasado lanzó un
boicot similar contra Macy's Inc. También le apuntaron a los hipermercados Wal-Mart.
Para evitar un boicot, la empresa agregó una página de Navidad en su sitio Web y
despidió al empleado de "Relaciones con el cliente" que escribió una carta
relacionando Navidad con "el chamanismo siberiano". "Un 90% del país celebra
Navidad", dijo Donohue. "Por favor, ahórrenme el discurso de la diversidad".
La diversidad es justamente desde hace un tiempo una característica de las
tarjetas de fin de año de la Casa Blanca, según Mary Evans Seeley de Tampa,
Florida, autora de "Season's Greetings From the White Hous". La última tarjeta
de Navidad presidencial que menciona la Navidad data de 1992. Fue enviada por
George H.W. y Barbara Bush, los padres del actual presidente.
Seeley cuenta que el primer jefe de Estado que envió auténticas tarjetas de
Navidad y no fotos fir madas o cartas manuscritas, fue Franklin D. Roosevelt.
"Feliz Navidad les desean el Presidente Roosevelt y Sra.", decía su primera
tarjeta anual en 1933.
Como muchos toques modernos, la tarjeta de Año Nuevo genérica fue introducida en
la Casa Blanca por John y Jacqueline Kennedy. Lindon y Lady Bird Jonson
continuaron esa tradición algunos años, pero exigía clasificar bien a los
destinatarios cristianos y no cristianos. A partir de 1966, comenzaron a
desearles a todos "Feliz Navidad" y desde entonces ningún presidente retomó la
modalidad de las dos tarjetas.
El enunciado, por su parte, ha sufrido algunos vaivenes. James y Rosalynn Carter
desearon "Feliz Navidad" en su tarjeta de 1977 y después pasaron a "Felices
Fiestas de Fin de Año" en los tres años siguientes. Ronald y Nancy Reagan
empezaron con una "Jubilosa Navidad" en 1981 y 1982 pero prefirieron saludos más
genéricos en las tarjetas que enviaron desde 1983 a 1988. George Bush padre y su
esposa Bárbara mantuvo el deseo expreso de una "Feliz Navidad" durante sus
cuatro años de gobierno y los Clinton optaron por saludos más globales en los
ocho años de su paso por la Casa Blanca.
Seeley remonta la politización de la tarjeta de Navidad de la Casa Blanca a
Richard Nixon, quien aumentó diez veces el número de destinatarios, llevándolos
a 40.000, el primer año.
Desde entonces, las cifras han crecido como bola de nieve: llegaron a 125.000
con Jimmy Carter, superaron 400.000 con Bill Clinton y subieron a más de un
millón con los actuales Bush, correspondiéndole a cada partido político pagar la
factura.
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