(IAR-Noticias)
26-Dic-05 EFE
El ex secretario
de Estado norteamericano Colin Powell dijo hoy que la Casa Blanca podría haber
conseguido los permisos judiciales para espiar dentro de Estados Unidos en lugar
de hacerlo sin pasar por los tribunales.
"No me parece que habría sido tan
difícil recibir los permisos" judiciales, dijo Powell en una entrevista con la
cadena de televisión "ABC".
Powell explicó que en caso de
emergencia la ley permite al Gobierno intervenir las comunicaciones del
sospechoso de terrorismo "y después, tres días más tarde, informar al
tribunal".
"A mí me parece que ésa habría sido
otra forma de abordar el tema, pero el presidente (de EEUU, George W. Bush)
decidió no hacerlo así y pensó que tenía suficiente autoridad legal para
hacerlo de la forma en que lo hizo", señaló Powell.
Bush ha reconocido haber autorizado
en 2002 la intervención de las llamadas telefónicas y correos electrónicos
desde o hasta Estados Unidos, tanto de estadounidenses como de extranjeros, sin
una orden judicial.
El presidente ha dicho que tenía la
potestad para poner en marcha ese programa de espionaje de acuerdo con la
Constitución y la resolución adoptada por el Congreso tres días después de los
atentados del 11 de septiembre de 2001.
Esa resolución permitía el uso de "toda
la fuerza necesaria y apropiada" en respuesta a los ataques, pero el líder
de los demócratas en el Senado, Tom Daschle, señaló el viernes que no autorizaba
a Bush a espiar en territorio nacional.
Powell se manifestó a favor de las
escuchas, pero dijo que la duda está en si es legal la forma en que se han
llevado a cabo.
"No hay ninguna objeción a que se
realicen. La cuestión es: ¿Se hizo de una manera que respetaba la ley?",
se preguntó Powell en la entrevista.
Esa es la pregunta a la que, a juicio
del ex secretario de Estado, deberá responder el Congreso a principios de año,
cuando se celebrarán audiencias sobre el asunto.
Powell dijo que está a favor de la
continuación del programa de escuchas secretas. "No creo que nadie ponga
objeciones a que el presidente haga esto. Estaba protegiendo a la nación",
señaló.
Sin embargo, las prácticas de
espionaje dentro de Estados Unidos podrían ser mucho más amplias de lo
reconocido hasta ahora por la Casa Blanca, al menos según afirma el periódico "The
New York Times".
El diario reveló ayer, sábado, que la
Agencia de Seguridad Nacional (NSA, en inglés) ha recogido información
sobre llamadas telefónicas e intercambio de correos electrónicos directamente de
las redes de telecomunicaciones, gracias a la colaboración de las empresas del
sector.
Los expertos de la NSA han acumulado
"grandes cantidades" de datos como quiénes son el destinatario y el
receptor, así como el origen, destino y la duración de los contactos, según el
diario, que dijo basarse en entrevistas con funcionarios y ex funcionarios del
Gobierno, que no identificó.
Su objetivo es identificar
"patrones que podrían apuntar a sospechosos de terrorismo", es decir, sin
que las intervenciones de las comunicaciones estuvieran ligadas a una persona
específica, según el periódico neoyorquino.
En cambio, Bush ha indicado que el
programa estaba restringido a vigilar los contactos internacionales de ciertos
individuos en este país que tenían vínculos con la red terrorista Al Qaeda.
El programa de espionaje, según el
diario, no sólo afecta a los residentes de EEUU, sino también a personas en el
extranjero que se comunican con otras también en el extranjero, pues muchas
llamadas de un país a otro pasan por los denominados "conectores" en EEUU.
Esta nueva revelación sobre espionaje
se añade al descubrimiento de que el Gobierno de EEUU ha vigilado los niveles de
radiación en mezquitas, y en las casas y empresas de musulmanes, lo que algunos
grupos islámicos han considerado discriminatorio.
También se ha sabido que el FBI ha
investigado, e incluso se ha infiltrado, en organizaciones ecologistas,
pacifistas y de defensa de los derechos civiles o de los animales.
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