(IAR-Noticias)
28-Dic-05 Agencias

Un simulacro de ataque terrorista realizado en el principal aeropuerto de
Boston reveló desperfectos en la capacidad de las fuerzas de seguridad para
responder a un atentado, de acuerdo con un informe revelado por la prensa
estadounidense esta semana.
El 4 de junio pasado un equipo de agentes de seguridad federales, estatales y locales se
reunió en el aeropuerto Logan para un simulacro de secuestro de un avión
comercial.
Según el informe, un equipo de agentes de seguridad federales, estatales y locales se
reunió en el aeropuerto Logan para un simulacro de secuestro de un avión
comercial.
Un reporte que analizó el resultado
de la llamada "Operación Atlas" encontró que la respuesta de las agencias
involucradas tuvo deficiencias en algunas áreas.
Esta semana agencias internacionales
difundieron un informe elaborado por un grupo de 13 demócratas
miembros del Comité de Seguridad Nacional del Congreso de EEUU, donde se revela que
"aún hay serios vacíos para mantener la seguridad en ciertas zonas como
puertos, fronteras y plantas químicas".
El Departamento de Seguridad
Nacional, creado tras los ataques del 11 de septiembre de 2001, ha fracasado y
no ha cumplido con 33 de sus propias promesas para mejorar la seguridad en EEUU,
según el documento difundido por los parlamentarios demócratas.
El documento se conoció sólo semanas
después de que la ex Comisión que investigaba los fallos que permitieron que se
produjeran los atentados de 2001 señalara que el país es más seguro desde
entonces "pero no tanto como debiera".
El pasado 5 de diciembre, el ex jefe
de la Comisión que investigó los hechos, Thomas Kean, indicó también que "hay
que hacer más cambios" para evitar que se produzca un nueva atentado.
Kean, republicano y ex gobernador de
Nueva Jersey, presentó, junto a varios miembros de la antigua Comisión, un
informe que analizaba el seguimiento hecho por el Gobierno federal de su informe
final publicado en 2004, dos años después de su creación en 2002.
El ex presidente de la Comisión
subrayó entonces que el país "sí está seguro, pero no tanto como debiera", y
calificó de "escandaloso" que a la hora de una emergencia las fuerzas de
seguridad "no tengan comunicación directa entre ellas".
El informe sobre el ejercicio
"antiterrorista" en el aeropuerto de Boston -difundido por Associated Press y
otras agencias- se consigna que las ambulancias fueron lerdas para
responder a la presunta amenaza debido a las fuertes restricciones de seguridad
y a la confusión sobre quién estaba a cargo del operativo.
La mala comunicación entre la policía
estatal y local y los programas de computación incompatibles también
obstaculizaron la respuesta de los agentes de seguridad, de acuerdo con el
"Informe Post-Operativo", preparado por un grupo de consultores contratados
por el Departamento de Seguridad Interna.
El simulacro de secuestro, que fue
financiado con un subsidio del Departamento de Seguridad Interna, recordó a otro
operativo para detonar un zapato-bomba en un vuelo transatlántico en
diciembre del 2001.
Con la premisa de que terroristas
armados intentaban secuestrar un avión de United Airlines con 169 pasajeros que
había partido desde París hacia Chicago, dos aviones de combate Eagle F-15
interceptaron a la aeronave en el océano Atlántico y la obligaron a aterrizar en
Logan.
El simulacro "logró mostrar en qué
áreas varias agencias de seguridad están haciendo un gran trabajo, y donde es
necesario mejorar", expresó Seth Gitell, portavoz del alcalde de Boston Thomas
Menino, cuya oficina ayudó a coordinar la Operación Atlas.
Gitell dijo que algunos de los
problemas, entre ellos la incompatibilidad de los sistemas de computación,
ya han sido solucionados.
En el informe difundido por miembros
del Comité de Seguridad Nacional del Congreso se advirtió que "Estados Unidos no
debería necesitar otra "llamada de atención" (en referencia a la
posibilidad de un nuevo atentado)", y se mostró convencido de que los
terroristas "volverán a atacar, idea en la que coinciden todos los expertos" a
los que han consultado.
Entre las notas otorgadas al Gobierno
sobre la puesta en funcionamiento de las medidas recomendadas por la Comisión,
Kean explicó que ha recibido "más suspensos que sobresalientes".
"Le hemos dado suspensos en gasto de
seguridad en las ciudades más expuestas, en la mejora de comunicaciones y en las
revisiones a las que son sometidos los pasajeros, y sólo han tenido un
sobresaliente en el apartado de financiación de los grupos terroristas", dijo.
Por último, indicó que los miembros
de la antigua Comisión se sentían "frustrados" por la "falta de urgencia
por parte del Gobierno para tratar las medidas sugeridas".
El documento analiza que el
mencionado Departamento, que se creó en 2003 en respuesta a los ataques,
aún carece de una lista "única" y minuciosa en la que se priorice una serie de
edificios, sistemas de transporte y otra infraestructura que puedan ser objeto
de un nuevo ataque terrorista.
Además pone de manifiesto que no se
han instalado equipos especiales para la detección de material radiactivo en
aeropuertos y puertos internacionales del país.
El estudio también revela que no se
ha colocado ni una sola cámara en las plantas químicas "de alto riesgo" del país
y que no se ha creado una red "efectiva" para compartir información secreta
entre el Departamento y las fuerzas de seguridad.
El portavoz del Departamento, Russ
Knocke, señaló: "se han priorizado algunos recursos y programas basados en las
amenazas actuales en vez de mirar hacia atrás, estamos construyendo sobre lo que
ya hemos logrado".
El Congreso creó la Comisión, ya
disuelta, en 2002, para investigar los fallos que permitieron que se produjeran
los atentados que causaron la muerte de casi 3.000 personas y fueron la peor
acción terrorista ocurrida en suelo de Estados Unidos en su historia.
El informe final, de 567 páginas,
puso de manifiesto que los atentados fueron posibles porque el Gobierno de
Estados Unidos no se imaginó la gravedad de la amenaza terrorista, algo
que ahora también denuncian los demócratas con este nuevo análisis.
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