(IAR-Noticias)
29-Dic-05
Alejado
de los vuelos secretos de la CIA, sin fotografías de torturas en su escritorio,
sin ningún "Katrina-gate" que amenace su rancho, sin molestas informaciones de
corrupción de sus mejores aliados y colaboradores, sin "CIA-gate" ni espionajes
telefónicos, George W. Bush decidió dedicarse a lo que (a pesar de que nadie se
enteró) siempre le interesó hacer: leer.
Para
un conjunto de la prensa norteamericana George W. Bush podría
estar pensando en la vida después de la presidencia de EEUU
a juzgar por las lecturas que escogió en sus vacaciones de fin
de año en su rancho de Crawford, Texas.
Según su portavoz adjunto, Trent Duffy, Bush llevó
eligió para leer durante sus estadía en la residencia
presidencial de Camp David el libro "Cuando llaman las
trompetas, Theodoro Roosvelt después de la Casa Blanca", y
"Gruñidos imperiales: el ejército estadounidense en el
campo de batalla".,de Robert Kaplan.
El libro sobre Teddy Roosevelt cuenta
el safari a África realizado por el ex presidente, y su intento por volver a
la política tras dejar la Casa Blanca en 1909.
En dicho libro, Patricia O'Toole
describe la vida de Roosevelt después de haber dejado la presidencia
(1901-1909), su gusto por los safaris, su influencia sobre la vida política
estadounidense y sobre el ingreso de Estados Unidos en la Primera Guerra
Mundial.
Roosvelt es considerado un precursor de la defensa de las libertades civiles,
precisamente las que según los detractores de Bush están siendo amenazadas
por sus medidas antiterroristas.
Bush también llevó consigo el libro 'Los soldados de infantería imperiales - El
ejército estadounidense en el terreno', del periodista Robert D. Kaplan."
El libro "Gruñidos imperiales...." es
un recuento de las rutinas de las fuerzas de elite estadounidenses escrito por
el periodista Robert Kaplan, quien acompañó a numerosas unidades por varios
países.
En este libro se glorifica al
ejército de Estados Unidos y sus unidades especiales, que Kaplan acompañó en
varios teatros de operaciones, y que combaten por un "imperio" estadounidense.
El portavoz de la Casa Blanca sin embargo se opuso a que se saquen
conclusiones precipitadas de las lecturas de Bush.
Preguntado sobre si había un significado especial en que Bush - a quien le
restan tres años de mandato - estuviera leyendo sobre la vida de un ex
presidente, Duffy replicó que Bush es un "aficionado de la historia" y un "ávido
lector".
"El presidente Bush es un apasionado de la historia, ustedes saben eso
tan bien como todo el mundo, él lee muchos libros que le recomendamos. Es un
lector entusiasta, lee todo tipo de libros", añadió el portavoz del presidente
de Estados Unidos.
Desde el lunes, cuando Bush llegó a Camp David, ha seguido realizando sus
"reuniones habituales de información" con sus consejeros, informó Duffy.
Desde su llegada Bush se ha dedicado a sus actividades preferidas: la poda de
árboles, a la que puede dedicar más de dos horas, según el portavoz.
El martes Bush volvió a la poda de árboles y estuvo practicando ciclismo de
montaña, otra de sus aficiones y en la que es muy bueno.
El resto del martes, Bush planea pasarlo en el rancho con su esposa Laura y su
suegra Jenna Welch, la única invitada por el momento.
Acompañado sólo por tres o cuatro colaboradores muy próximos, Bush planea
celebrar la cena de fin de año en Crawford y volver el 1 de enero a Washington,
donde le espera una cargada agenda.
"El presidente sabe bastante bien que le queda mucho tiempo todavía en su
segundo período y que va a lograr grandes cosas, como ha dicho repetidamente",
dijo su portavoz Duffy.
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