Atrás quedaron los años
de la "guerra fría", la confrontación Este-Oeste con la Unión Soviética, siete
naciones del ex bloque comunista, Estonia, Lituania, Rumanía, Bulgaria,
Eslovaquia y Eslovenia, se han incorporado ayer lunes a la Organización del
Tratado del Atlántico Norte (OTAN).
Las república bálticas
fueron parte de la Unión Soviética -y del Pacto de Varsovia-, ahora son miembros
de la OTAN., la fuerza militar liderada por Estados Unidos que nació para
combatir la expansión militar del ex Imperio Soviético del que formaban
estos flamantes miembros de la alianza atlántica.
Desde
el fin de la Guerra Fría, la estructura militar controlada por EEUU primero,
incorporó a Polonia, Hungría y la República Checa, y ahora se extiende a Rumania
y Bulgaria. Además, con las tres repúblicas bálticas de Lituania, Letonia y
Estonia, llega casi hasta Finlandia.
La mayor ampliación de la
historia de la OTAN, que fue creada en 1949 para defender en aquel entonces a
Europa occidental de la Unión Soviética, se consumó ayer oficialmente en
Washington donde el secretario de Estado norteamericano, Colin Powell, dio la
bienvenida a los nuevos socios.
La
ampliación se oficializó en la capital de EEUU ya que la OTAN se creó en virtud
del Tratado de Washington de 1949, en un esfuerzo de
Estados Unidos, Canadá y países de Europa occidental de confrontar el
expansionismo de la URSS bajo el régimen de José Stalin.
La
primera ampliación a países del Este incluyó a Polonia, Hungría y la República
Checa, propuesta que tuvo lugar en la cumbre que la Alianza celebró en Madrid en
1997 y se formalizó en la cumbre de Washington, en abril de 1999.
Más firme fue aún el apoyo de Washington a la entrada de las tres repúblicas
bálticas (Estonia, Letonia y Lituania), cuyo ingreso en la Alianza era
considerado aún más complicado, ya que se trataba de territorios ex soviéticos
cuyo ingreso supondría que la OTAN tendría (excluido el enclave de
Kaliningrado) fronteras con Rusia
Bush, el
gran
beneficiario político y militar de esta movida, dijo que cuando se fundó
la OTAN, "estas siete naciones que ahora forman parte de la organización estaban
cautivas en un imperio. Ahora, son socios igualitarios de la OTAN y se
han ganado la membresía con coraje y perseverancia".
Durante la
ceremonia de la Casa Blanca, el presidente del Imperio unipolar
recordó que los países de la OTAN "estamos ahora esforzándonos par
promover la paz y estabilidad por todo el mundo", y recordó que los siete
países contribuyeron en el pasado o lo hacen ahora en la guerra y reconstrucción
de Irak.
Detrás de la
ampliación de la OTAN con "socios fieles a EEUU" se viene una maniobra de
presión sobre la ONU para que esta apruebe "lo antes posible" una
resolución que legalice el mandato de una misión que la Alianza planea para
Irak., según lo confirmó el
secretario general de la Alianza, Jaap de Hoop,
después de tratarlo con Bush.
Esa resolución debería
llegar "lo antes posible" a fin de evitar que EEUU comience el proceso de
transferencia del poder político a los iraquíes, el 30 de junio, sin que haya
nada preparado, dijo el secretario de la OTAN.
Luego agregó
que la resolución de
la ONU, además de regular el papel de esa organización en Irak tras el comienzo
del traslado del poder político, "también debería dar un mandato específico
para la fuerza de estabilización" de la OTAN.
Todo
esto significa que, con la ampliación de la OTAN con
"socios confiables"
de Europa del Este, EEUU consigue dos objetivos estratégicos principales:
la consolidación de su poder
geopolítico y militar estratégico en la región,
y una herramienta esencial para presionar y/o controlar a sus socios europeos en
la ONU (principalmente Francia y Alemania) a fin de que sea
la OTAN, y no EEUU, quién asuma la
responsabilidad de la ocupación militar de Irak.
Esta
situación, liberaría a Bush y su administración de las críticas de sus
rivales demócratas que lo acusan de gastar vidas
y dinero norteamericano en la
ocupación de ese país.
La bienvenida de
Powell
"A los siete jefes de
Estado aquí presentes, a ustedes y a sus pueblos: bienvenidos a
la mayor y más
exitosa alianza de la historia, dijo un exultante Powell.
El jefe de la diplomacia
norteamericana recibía oficialmente los instrumentos de ratificación del Tratado
de los siete Gobiernos y los depositó en el Departamento del Tesoro, donde se
guarda el Tratado de Washington, en el que quedó registrada la fundación de la
OTAN hace 55 años.
Powell, que alabó a los
siete nuevos miembros por "haber roto los grilletes de la tiranía",
aseguró que la expansión era "un paso histórico" para extender la "zona de
libertad y seguridad de Europa desde el mar Báltico al Mar Negro".
Powell recordó durante la
ceremonia que en 1989 "tras haber sido consejero nacional de Seguridad del
presidente Reagan, dijo a sus colegas del Ejército: "Las cosas están cambiando.
La Unión Soviética está cambiando. No se sorprendan si un día el bloque
soviético cae y empezamos a recibir solicitudes de adhesión por parte de los
miembros del Pacto de Varsovia. Ellos se rieron un poco. Pero aquí está",
dijo Powell provocando un fuerte aplauso.
Asimismo el secretario de
Estado afirmó que "por encima de todo la OTAN estuvo determinada a prevenir las
agresiones. Hoy la determinación es promover la libertad, extender el alcance
de la libertad y profundizar en la paz".
El secretario de Estado, que pronunció su discurso
durante una comida en honor a los recién llegados, reconoció el derecho a que
estos "persigan un mejor futuro, un futuro de libertad, de prosperidad, de paz.
Los 19 miembros de la OTAN os ayudarán a conseguir ese futuro pero vosotros
siete también ayudaréis a los 19" dijo el ex militar devenido en
diplomático.
"Traéis una profunda y
permanente apreciación de los que significa ser libre. Vosotros formaréis la
vanguardia de la determinación de la OTAN para apoyar la lucha de otros pueblos
por la libertad y la paz alrededor del mundo", aseguró Powell, que dejaba así
claro el importante papel que jugarán los siete países de cara a las decisiones
futuras de la alianza, cuyos equilibrios políticos se verán fuertemente
afectados por la ampliación.
Todos ellos son firmes
aliados de Estados Unidos, país al que apoyaron sin fisuras en la invasiones
contra Irak y Afganistán. Fue el primer ministro eslovaco Mikulas Dzurinda
el encargado de dar las gracias en nombre del resto. "Hoy estamos borrando la
línea divisoria de Yalta y la inmoralidad de Munich. Pero también significa una
nueva oportunidad para Europa, para la comunidad trasatlántica, para la libertad
y para hacer del planeta un lugar mejor", dijo.
Tras el encuentro con el
secretario de Estado, los siete primeros ministros de los siete antiguos países
del bloque soviético se disponían a ser recibidos en la Casa Blanca por el
presidente George W. Bush, que también invitó a la ceremonia a otros tres países
que están en la cola de acceso a la OTAN: Albania, Croacia y Macedonia.
Es la segunda vez que la
Alianza Atlántica abre sus puertas a naciones que fueron parte del bloque
comunista. En 1999 Polonia, Hungría y la Republica Checa daban el paso histórico
de integrarse en la OTAN. Pero ahora la organización ha pasado de tener 19 a 26
miembros y entre ellos hay tres que tienen un particular significado para
Estados Unidos.
Letonia, Estonia y
Lituania son los primeros países de la antigua Unión Soviética que pasan a estar
bajo la influencia directa de Estados Unidos. Incluso su espacio aéreo estará
desde hoy patrullado por cazas F-16 de la OTAN, algo que preocupa
particularmente a Rusia, que teme que aumente la presencia de la Alianza en sus
fronteras y que se desde esos territorios se espíe a su país.
Por eso el Alexandre
Yakovenko, portavoz del Ministerio ruso de Exteriores afirmó hoy que intentará
que las tres republicas bálticas firmen cuanto antes el Tratado Modificado sobre
Fuerzas Convencionales en Europa.
"La ampliación de la OTAN
afecta los intereses políticos militares y, hasta cierto punto, económicos de
Rusia y esto nos obliga a reaccionar de la forma más seria posible", dijo
Yakovenko. Rusia pretende así poder limitar la presencia de la Alianza cercana a
sus fronteras.
Richard Boucher, portavoz
del Departamento de Estado, respondió a estas palabras insistiendo en que "la
ampliación de la OTAN no es una amenaza contra nadie".