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(IAR-Noticias) 25En04
Una
nueva escalada de ataques de la resistencia iraquí, en las últimas 24 horas,
dejó como saldo 7 soldados
norteamericanos muertos y 13 heridos en una nueva jornada
sangrienta para las fuerzas de ocupación militar.
Tres soldados
murieron y otros seis resultaron heridos al hacer explosión un coche-bomba a la
entrada de una instalación del ejército estadounidense al oeste de Bagdad, el
sábado 24.
En otro suceso ocurrido
previamente el sábado, dos soldados de EE.UU. perdieron la vida al ser atacado con
una bomba colocada en la calzada el convoy en el que viajaban cerca de la
convulsionada ciudad iraquí de Faluja, dentro de la zona conocida como
"Triángulo Suní".
En otro lugar del citado
triángulo, en la ciudad de Samarra, un coche-bomba explotó el sábado causando la
muerte de al menos dos iraquíes, en una acción que las autoridades de la
ocupación adjudicaron a un intento de hacer fracasar una votación local.
Un vocero militar
dijo que dos de los heridos fueron evacuados a un hospital de campaña próximo
mientras que los otros fueron tratados en el lugar de la explosión, en la ciudad
de Khaldiya. Además, explicó que varios ciudadanos iraquíes habían resultado
heridos por la explosión.
El viernes 23, por la
noche, un helicóptero Kiowa de EE.UU. se estrelló en el norte de Irak, causando la
muerte de sus dos tripulantes, se cree que como consecuencia del disparo de un
cohete tierra-aire, versión que no fue confirmada por los portavoces militares.
De esta manera la
resistencia continúa con sus operaciones combinadas contra blancos
norteamericanos y contra los colaboracionistas iraquíes que, desde la
administración y las fuerzas de seguridad, prestan servicio a la
maquinaria militar invasora anglonorteamericana.
El fin de semana anterior,
el domingo 18, la
resistencia iraquí inició una ola de ataques cuya acción más contundente
fue la
explosión de un coche-bomba frente al cuartel general del administrador Bremer,
y que provocó 25 muertos y al menos 130 heridos, la mayoría
colaboracionistas iraquíes de EE.UU.
A este cuadro de situación se
agregaron esta semana las multitudinarias manifestaciones chiítas
en favor de elecciones amplias y directas cuya confluencia
con el accionar de la resistencia iraquí, agrega más tensión al
polvorín iraquí (Ver:
oficiales de la CIA advirtieron que Irak se encuentra al
borde una guerra civil).
Los comandantes militares de Irak advirtieron a través de sus
portavoces, la semana pasada, que la guerrilla iraquí había concentrado
exclusivamente sus ataques contra los colaboracionistas iraquíes,
(fuerzas de seguridad y civiles empleados por la administración imperial)
reduciendo sus operaciones contra blancos militares norteamericanos.
Este fin de semana los combatientes iraquíes reiniciaron
sus ataques contra las tropas invasoras (cuyo número de bajas asciende a 517
soldados muertos desde el comienzo de la invasión) y todo indica que su accionar
seguirá incrementándose en la próximas horas o días.
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