on cada hora, o día, que
pasa la resistencia iraquí sigue asestando duros golpes a las tropas
norteamericanas que ocupan Irak, y continua la escalada ascendente de sus
ataques y atentados que comenzaron a fines del año pasado, y que adquirieron
mayor virulencia y efectividad en el 2004
En otra jornada negra para las
fuerzas de ocupación seis
soldados estadounidenses murieron y cuatro resultaron heridos en las afueras de
Bagdad, informaron portavoces militares.
En una de las acciones,
ocurrida a las 20.00 (1700 GMT) del martes, tres soldados perdieron la vida y
otros tres resultaron heridos al ser atacado con bombas un convoy militar que se
desplazaba por una carretera cerca de Iskandariya, unos 50 kilómetros al sur de
Bagdad.
Horas antes el martes, a las
las 13.30 (1030 GMT), otros tres soldados estadounidenses murieron y otro
resultó herido en la explosión de un artefacto explosivo improvisado en
Khaldiyah, al oeste de Bagdad. Las agencias -citando personal hospitalario-
dijeron que también murieron dos civiles iraquíes en la explosión.
Khaldiyah, situada entre las
ciudades de Falluyah y Ramadi, se encuentra en el "Triángulo Sunnita", el
mayor bastión de la resistencia iraquí que opera en la región central del
país, y que incluye a Bagdad y su periferia.
Los habitantes
de esta región son de
origen musulmán sunnita, la segunda mayoría religiosa del país después de los
musulmanes chiítas, y que constituyeron la columna vertebral social del
depuesto régimen de Saddam Hussein.
En otra acción armada dos
empleados de la televisión CNN murieron y un cámara resultó herido,
después de que el automóvil en que viajaban fuera objeto de una emboscada en la
ciudad de Hilla (centro, al sur de Bagdad), según informó la cadena
norteamericana.
El equipo regresaba a Bagdad
de realizar un trabajo en Hilla cuando los dos vehículos en que viajaban se
vieron atrapados por una encerrona a la salida de la ciudad.
El traductor y productor
Duraid Isa Mohammed y el conductor Yasser Jatab murieron a causa de las
múltiples heridas de bala que sufrieron, mientras que el cámara Scott McWhinnie,
quien viajaba en el otro vehículo, sufrió una herida leve por una bala que le
rozó en la cabeza.
En el vehículo de McWhinnie
viajaban el corresponsal Michael Holmes, la productora Shirley Hung, un
asesor de seguridad y un segundo conductor, ninguno de los cuales resultó
herido.
Por otro lado,
tres iraquíes murieron el martes en redadas del ejército en la
ciudad de Baiji, situada al norte de Tikrit (175 km al norte de Bagdad), donde
se encuentra la principal refinería de petróleo del país, informó a la
prensa un portavoz del ejército invasor.
Al sur de Bagdad, en la
ciudad sagrada chiíta de Karbala, un policía iraquí murió y otros dos resultaron
heridos cuando unos atacantes se acercaron en un vehículo a la sede de las
fuerzas polacas, que integran la coalición anglonorteamericana , y abrieron
fuego, informaron fuentes policiales.
En tanto, el secretario de
la ONU, Kofi Annan, descartó ayer en París que se vaya a realizar un
despliegue de cascos azules en Irak, aunque admitió el envío de una fuerza
multinacional autorizada por el Consejo de Seguridad de ese organismo
internacional.
"No creo que por el momento,
e incluso en el futuro, la cuestión de los cascos azules se presente. Lo que se
puede prever es una fuerza multinacional autorizada por el Consejo de Seguridad,
que ayude a los iraquíes a estabilizar Irak",
señaló el jefe de la ONU.
"En cuanto tenga la
convicción de que la autoridad provisional de la coalición adopta medidas
adecuadas para asegurar la seguridad, enviaré una misión a Irak como se me ha
solicitado para estudiar la factibilidad de convocar a elecciones para componer
un Parlamento transitorio antes del 30 de junio, dijo Annan en otra
declaración de prensa.
La decisión de la ONU significa otro
revés para Bush y su administración, quienes habían gestionado -en
diversas reuniones en Washington- la mediación de ese organismo para conciliar
una tregua con los grupos chiítas que exigen la convocatoria urgente de
elecciones libres en Irak.
Annan, un lobbista de los gobiernos
europeos que intentan sacarle más concesión a EEUU en el negocio de la
"reconstrucción", dilata cualquier decisión orientada a "sacarle las papas del
fuego" a Bush.