|
(IAR-Noticias)12En04
Las
reuniones preparatorias que se realizaron en la Cumbre de las Américas
no fueron favorables a los proyectos hegemónicos de Estados Unidos en la
región.
Los países de América Latina
se opusieron el domingo en una cumbre de líderes de la región a los
esfuerzos de los representantes estadounidenses para impulsar el ALCA e imponer
un régimen de duras sanciones a los gobiernos corruptos.
Estados Unidos quiere
que los jefes de Estado del continente se comprometan a alcanzar un "pacto de
libre comercio" entre las 34 naciones de la región para enero del 2005 y
proponen que los gobiernos más corruptos sufran penalizaciones y posibles
exclusiones de las reuniones regionales.
Varios
países latinoamericanos, preocupados por lo que consideran una "creciente
injerencia de Estados Unidos en la región", bloquearon la propuesta
desarrollada en negociaciones previas al inicio formal de la cumbre.
Los países opositores a la
medida insistieron en que la Cumbre Extraordinaria de las Américas, que comienza
hoy y termina el martes en la ciudad norteña mexicana de Monterrey, se limite a
discutir la agenda original: pobreza, desarrollo económico y social y
democracia.
Horas antes
altas fuentes de la OEA habían asegurado que la declaración de la Cumbre de las
Américas de Monterrey mencionará el Acuerdo de Libre Comercio de las Américas
(ALCA) y ratificará el compromiso de los mandatarios de luchar contra la
corrupción", según informó la agencia Europa Press.
"Sí, va a
haber una mención sobre este tema (ALCA), esto está muy avanzado en las
discusiones", explicó a la prensa Irene Klinger, secretaria de Cumbres de la
OEA, cuyos 34 jefes de Estado y de Gobierno están convocados en Monterrey.
La mención del ALCA y
los términos en que se expresará la declaración habían provocado la oposición
de los delegados de algunos países como Brasil o Venezuela,
que consideraban, en contraposición a Estados Unidos, que la reunión de
Monterrey "no guardaba relación con ese tema".
Los gobiernos de Lula
en Brasil y de Kirchner en Argentina son los más críticos contra
las políticas comerciales, (principalmente el ALCA) y las medidas de
seguridad que quiere imponer Washington, mientras que el polémico
presidente de Venezuela, Hugo Chávez, ha chocado en reiteradas oportunidades con
los funcionarios de Estados Unidos presentes en el cónclave.
Antes de trasladarse a
México, el presidente de Venezuela acusó este fin de semana a Washington
de "meter sus narices" en los asuntos venezolanos y de "preparar el
terreno" para derrocarlo o asesinarlo si sus opositores locales no consiguen
imponer un referendo contra él este año.
Cada vez son más los
líderes y jefes de
gobierno que cuestionan en Monterrey las pretensiones hegemónicas
de EEUU la región latinoamericana, y sostienen que las
programass económicos impulsados por Washington no han logrado generar
crecimiento ni reducir los altos los niveles de pobreza.
Otro punto que irrita y
provoca discusiones de los latinoamericanos con los delegados norteamericanos
es la agresiva
política exterior del gobierno de Bush y sus medidas de seguridad contra el
"terrorismo", especialmente la reciente decisión de tomar las huellas
digitales y fotografiar a visitantes extranjeros en los aeropuertos de EEUU.,
medida que se quiere imponer a los países de la región.
En respuesta a la actitud
estadounidense, Brasil respondió con una medida recíproca sobre todos los
visitantes de Estados Unidos que llegan a sus aeropuertos.
Bush en tanto, mantiene
una actitud triunfalista sobre sus críticos en la Cumbre y espera
obtener el apoyo de la mayoría para aumentar las medidas regionales contra
las "amenazas terroristas". (ver: Los costados secretos de las "alertas
antiterroristas")
La semana pasada la Casa
Blanca anunció un
plan de "reforma migratoria" que daría a millones de inmigrantes ilegales --la
mayoría mexicanos-- una oportunidad de obtener la categoría de residente legal
por al menos tres años bajo un programa de trabajadores temporales.
Un proyecto que se interpreta
como orientada a una búsqueda de consenso social favorable a Washington en
México, donde la opinión pública le es masivamente desfavorable.
El presidente de México,
Vicente Fox, en una nueva etapa de "alineamiento" con Bush, señaló que
apoya las propuestas de "reformas" y dijo que continuará presionando por
mejoras más ambiciosas para una meta final de abrir las fronteras entre Estados
Unidos, Canadá y México.
Fox y W. Bush se
reunirán el lunes en Monterrey en busca de un "renacer" de sus relaciones
personales, debilitadas drásticamente el año pasado por la oposición de México a
la guerra de Irak. El encuentro tendrá lugar como parte de las actividades que
los dos presidentes realizarán en la ciudad mexicana con motivo de la Cumbre
Extraordinaria de las Américas.
Como contrapartida, miles
de
manifestantes marcharon el domingo por las calles de Monterrey, una ciudad
industrial, pronunciando consignas agresivas contra el jefe del imperio
estadounidense.
En la agenda del presidente
norteamericano figuran reuniones con los presidentes de Argentina, Néstor
Kirchner; Brasil, Luiz Inacio Lula da Silva; Chile, Ricardo Lagos, y Bolivia,
Carlos Mesa, entre las más relevantes.
Puntualmente se le asigna
relevancia a la que va a mantener con el presidente argentino, con quién
funcionarios de la Casa Blanca mantuvieron
El tema de la corrupción
también provocó en los últimos días, en las negociaciones previas del texto por
parte de los participantes, enfrentamientos o discusiones entre países de
la región.
"Va a haber con claridad un
reconocimiento de no tolerancia a la corrupción venga del sector público o del
sector privado, pero dudo que sea al nivel extremo de expulsar de la OEA a los
estados" que no cumplieran con esos requisitos, añadió la secretaria Klinger a
Europa Press..
"Hay mucha oposición",
dijo a Reuters el domingo un delegado latinoamericano que pidió no ser
identificado. "La cumbre trata de reducir la pobreza y fortalecer la democracia.
No deberíamos permitir que pierda ese enfoque".
"La propuesta de Estados
Unidos no es clara, porque ¿quién decidirá qué gobierno es corrupto?
Creemos que habría un riesgo de que este mecanismo fuera utilizado como una
represalia política contra cualquier gobierno", señaló Jorge Valero, el
embajador de Venezuela ante la Organización de Estados Americanos (OEA).
El secretario general de la
OEA, César Gaviria, reconoció que la propuesta sobre la corrupción de Estados
Unidos "no tiene consenso", aunque aseguró que se había alcanzado acuerdo
en la mayoría de los puntos de la declaración de la cumbre.
De esta manera el telón de la
Cumbre de las Américas se abrirá hoy lunes con un escenario de oposición
mayoritaria a la agenda y temas que quiere imponer el presidente del Imperio
del norte.
|