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(IAR-Noticias) 11Marz04 Fuente:
Prensa Latina
La
máxima prioridad de los uniformados del Pentágono que toman parte en la
ocupación militar de Haití es desarmar a los grupos rivales, en
particular los seguidores del depuesto presidente Jean Bertrand Aristide.
En conferencia de prensa en
el Departamento de Defensa, el jefe del Comando Sur, general James Hill, aseguró
que los más de mil 600 efectivos bajo su mando en la nación caribeña
"incrementarán las operaciones para despojar de las armas a todo civil que no
tenga documentos para portarlas".
Las declaraciones del
militar se producen poco después de que fuerzas de la Infantería de Marina
estadounidense mataran a tiros a otros dos haitianos, acción con la cual se
elevaron a cuatro los muertos a manos de las tropas de ocupación del Pentágono.
Según Hill, las unidades
norteamericanas fueron enviadas por el presidente George W. Bush "para proteger
sitios claves de Puerto Príncipe, garantizar la seguridad y abrir paso a la
llegada de una fuerza multinacional de unos dos mil 700 efectivos".
El alto oficial negó que
existiera una resistencia organizada de grupos haitianos contra las fuerzas
de ocupación, aún cuando casi a diario son blanco de ataques.

Este miércoles los marines
lanzaron una campaña radial y en la prensa escrita haitiana, en la cual exhortan
a los combatientes a entregar las armas a la policía local, como forma de hacer
más potable ante la opinión publica el proceso de desarme.
Los seguidores de Aristide
prometieron hoy que librarían una guerra civil y matarían a soldados
estadounidenses si la Casa Blanca no permite el regreso del depuesto mandatario,
quien ha reiterado que fue sacado del poder por una maniobra de Washington.
a violencia gana en
intensidad en el país caribeño, pese al nombramiento como primer ministro de
Gerard Latortue, quien tendrá a su cargo la presentación de un nuevo
gabinete y la conformación de la flamante policía local.
Latortue, ex funcionario de
las Naciones Unidas que trabajó en Africa y da asesoría financiera internacional
en Estados Unidos, arribó este miércoles al aeropuerto de Puerto Príncipe
procedente de Miami.
El único cuerpo armado del
país tras ser disuelto el ejército en 1995 se encuentra mal pertrechado y
atraviesa una crisis de autoridad, que trata de ser implantada por las tropas
extranjeras llegadas a la nación caribeña desde el 29 de febrero, encabezadas
por las fuerzas armadas norteamericanas.
Hoy abogados de Aristide
desde París aseguraron que el ex Presidente haitiano demandará a los gobiernos
de Estados Unidos y Francia ante los tribunales de ambos países por
"secuestro".
Aristide y
la contradicción de la ONU
Naciones Unidas, 10
mar (PL) El destape informativo sobre la forma en que fue destituido y
sacado de Haití su presidente constitucional, Jean-Bertrand Aristide, colocó hoy
a las Naciones Unidas en una posición delicadamente incongruente.
Al menos la
respuesta del secretario general, Kofi Annan, a interrogantes periodísticas
durante su visita en Canadá, la víspera, dejó más ensombrecedoras dudas sobre la
conducta de la Organización mundial.
Según el número uno
de la ONU, el Consejo de Seguridad actuó basado en una carta de renuncia de
Aristíde y el traspaso del poder al principal magistrado del país, y así
determinó que era necesario desplegar allí una fuerza multinacional.
Pero cuando se
adoptó aquí una resolución al respecto el 29 de febrero ya habían ingresado las
primeras avanzadas de tropas estadounidenses y francesas de intervención.
Precisamente en esa
fecha se anunció que el mandatario había partido en un avión norteamericano, que
tras 20 horas de vuelo lo llevó hasta la República Centroafricana, donde se le
mantiene aislado sin recibir visitas ni llamadas telefónicas, de acuerdo con
versiones de prensa.
Una cumbre de la
Comunidad del Caribe (CARICOM) se pronunció por investigar las circunstancias
del derrocamiento de Aristide, quien ha acusado a las representaciones
diplomáticas de Washington y Paris de ejecutar un golpe de Estado.
Por ello el primer
ministro jamaicano, Percival Patterson, comunicó a un enviado especial de las
Naciones Unidas que el CARICOM rehusa contribuir con efectivos a la mencionada
fuerza multinacional.
A su vez, la Unión
Africana se convirtió en la segunda organización regional de importancia en
cuestionar la aparente renuncia del mandatario haitiano.
Este miércoles el
portavoz de la ONU, Fred Eckard, eludió referirse al sesgo contradictorio de los
acontecimientos, aunque reafirmó que Aristide se había comunicado dos veces
telefónicamente con Annan, antes de que fuera sacado del país.
A juzgar por una
intervención entonces de su embajador aquí, Jean Alexandre, ante el Consejo de
Seguridad, se pedía rechazar "cualquier forma de gobierno salido de un proceso
antidemocrático y anticonstitucional".
Sobre ese crucial
aspecto, frecuentemente insertado en los discursos oficiales de la ONU sobre
derechos humanos, no ha habido sin embargo hasta el momento ningún
pronunciamiento en lo que se refiere a Haití.
Por ahora sólo se
pone énfasis en la futura formación de una misión de cascos azules para lo que
se envío un equipo evaluador interdisciplinario.
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