Es
como una compulsión repetitiva: cada vez que se avecina un vencimiento Kirchner
"amenaza" al FMI, hace marketing mediático con discursos "duros" contra
Anne Krueger, suma crecimiento en las encuestas, y después termina pagando,
pactando, o firmando los "programas" que le pone por delante el
gendarme
financiero del mundo capitalista.
Especialista en novelas de
misterio, el administrador colonial de la Argentina y su "mesa chica", cada vez
que se acerca la hora de "cumplir" con los usureros internacionales,
lanzan mensajes rupturistas al estilo de "podemos vivir sin el FMI", o
"no vamos a pagar deuda a costa del sufrimiento del pueblo argentino",
crean un clima de "malvinazo" contra el Fondo, y luego terminan como
terminaron ayer: pagando y acatando los deseos y las imposiciones del
capitalismo transnacional.
Según
trascendió por distintos medios de prensa argentinos, Néstor Kirchner y la
titular interina del Fondo Monetario Internacional, Anne Krueger, se comunicaron
telefónicamente en el mediodía del martes y acordaron en torno a la segunda revisión de las
metas del acuerdo.
la Casa Rosada, fue el "gesto" que el Gobierno estaba esperando, por lo que en
las próximas horas -dijeron- se efectuará el pago de un vencimiento de US$ 3.100
millones con las reservas del Banco Central, y el país evitará caer
en default.
Los voceros indicaron
también que Krueger le enviará a Kirchner una carta personal donde consta
que le recomienda al Directorio del FMI la aprobación de las metas fiscales y
monetarias comprometidas y alcanzadas por la Argentina.
Una fuente gubernamental
detalló que Kirchner y Krueger hablaron cerca de treinta minutos, y que la
funcionaria del Fondo "tuvo términos elogiosos" hacia Kirchner, y sobre
el curso de la economía argentina.

Aparte de los los puntos formales del conflicto que
se vinculaban con los atributos del sindicato de bancos y la relación con los
acreedores externos, el tira y afloje estaba básicamente centrado en la posición
expresada por Krueger y el directorio del FMI: antes de cualquier acuerdo,
Argentina debe pagar los
US$ 3.100 millones de
vencimientos.
Y como siempre sucede: la
"gorda" del FMI solo flexibilizó su posición cuando escuchó de boca de Kirchner
que pagaría religiosamente con las reservas en dólares de la Argentina,
que, y como ahora se prueba nuevamente, no están destinadas a reparar la
desocupación y las injusticias sociales, sino al pago de las acreencias de la
usura financiera que asfixia a la Argentina.
Para hacer más productiva su simulada pelea mediática con
el FMI, Kirchner y los suyos extendieron el hermetismo con la
finalidad de demostrar que "pulseaban de igual a igual" con las planas
mayores del capitalismo europeo y estadounidense.
En plena construcción de un liderazgo continental anti-FMI
para Kirchner, el presidente y su entorno íntimo estiraron la decisión
de pago hasta último momento, manteniendo en vilo a la población y a la prensa
internacional que se presta al juego del "suspenso", a sabiendas que el
gobierno argentino siempre termina haciendo lo que quieren Washington y el
Tesoro de los Estados Unidos.
Kirchner y los suyos, con la
complicidad de la prensa y los periodistas locales que avalan y silencian sus
maniobras, continúan de esta manera con su estrategia de construir poder
político y electoral en base a la demagogia, el doble discurso, y las falsas
peleas con el FMI que los propios funcionarios de Washington ya se las toman a
la chacota
Por ahora, el equilibrio no se
altera: Kirchner grita, el FMI cobra puntualmente, y Bush se divierte con el
carácter "temperamental y combativo" de su presidente-empleado en la
Argentina.