(IAR-Noticias)
30-Sept-05
Por
Rodrigo Guevara
rodrigoguevara@iarnoticias.com
El
corresponsal de la BBC en la capital iraquí Richard Galpin dijo este viernes que
"el ambiente que se vive en Bagdad es de total desconcierto e incredulidad".
"No pueden creer el caos en el que el país está sumido y cómo las vidas de los
civiles se están viendo afectadas. La violencia se está incrementando y estamos a
semanas del
referéndum", señaló.
Otro corresponsal de la BBC en la
capital iraquí, Jon Brain, dijo que el ambiente en la capital "pasó de la
conmoción a la rabia".
A
24 horas de que el demente compulsivo, George W Bush, dijera que "tiene un plan" para derrotar a la
resistencia iraquí, una oleada de sangre recorrió Irak donde, en
diferentes ataques, el jueves murieron más de 120 personas, entre ellas 5
marines norteamericanos, y hay más de 130 heridos.
Esta muerte, este entretejido
antinatural de la carne humana con la pólvora y las ambiciones imperiales,
convirtieron a Irak en un país donde las matanzas colectivas ya resultan un acto
casi "burocrático" apenas registrado por las mayorías del planeta
"informadas" por las grandes cadenas.
Como
dice Eduardo Galeano: "Las guerras dicen que
ocurren por nobles razones: la seguridad internacional, la dignidad nacional, la
democracia, la libertad, el orden, el mandato de la civilización o la voluntad
de Dios. Ninguna tiene la honestidad de
confesar: “Yo mato para robar”.
Tres coches bomba estallaron casi simultáneamente
el jueves al anochecer en Balad, una ciudad chiíta al norte de
Bagdad, matando a más de 85 personas y dejando más de 110 heridos,
según informaron las agencias AFP y Europa Press citando fuentes médicas.
Entre los heridos hay 22 niños y 35 mujeres, además del jefe de la
policía local, Kadim Abdul Razzaq, informó el Ministerio del Interior iraquí.
Fuentes de los servicios de socorro
indicaron que recibieron "60 cuerpos identificables, pero en el lugar quedan
muchos por identificar", por lo que se deduce que la cifra de fallecidos seguirá
aumentando con el correr de las horas.
Según la agencia AP,
el capitán de policía Hedir Qassem dijo por teléfono que "el coche bomba fue accionado por control
remoto a las 09:00 hora local 07:00 (hora peninsular) en el mercado de
frutas y verduras Al Aamar, ubicado en el barrio Al Charia".
Esto desmiente en
parte la versión delos "kamikases" o atacantes suicidas que son habitualmente
difundidas por los propios portavoces militares del ejército con la finalidad de
mostrar a los combatientes de la resistencia como fanáticos, locos o
fundamentalistas.
La síntesis del jueves sangriento, entre otros
ataques, se sumó a la estadística mortal de un Irak que se ha convertido en una
tumba explosiva donde -salvo la violencia- no hay futuro para nadie.
"Los insurgentes están inmersos en una campaña
implacable de atentados suicidas, tiroteos y asesinatos en un intento por
derrocar al Gobierno iraquí, respaldado por Estados Unidos. El referéndum ha
elevado las tensiones sectarias entre la mayoría chií y la minoría suní", señala
hoy la agencia Reuters.
Los hospitales están colapsados, los
heridos se apilan en los pasillos, son atendidos o mueren en improvisadas
operaciones quirúrgicas realizadas en cualquier lugar, señala un corresponsal de
EFE.
Todos coinciden en que, por la gravedad de las
heridas y los desmembramientos producidas por las explosiones, no se sabe
cuántos más morirán o mueren en las ambulancias y en los centros de atención
Este viernes otro coche bomba explotó en un
mercado central en la población iraquí de Hilla dejando al menos diez
personas muertas y decenas de heridos, según informó la policía.
Según los
agentes, la detonación mediante mando a distancia del vehículo dinamitero
ocurrió a las 09:00 hora local en la plaza de Al Aamar, dedicada mayormente a la
venta de frutas y verduras, en la barriada de Al Sharia, precisa la agencia
Prensa Latina.
Graficando el fracaso militar del
Imperio invasor norteamericano en Washington el comandante militar en Irak
dijo a los senadores el jueves que los planes de recortar el número de soldados
el año próximo podría verse frustrado si la violencia continuaba tras el
referéndum y las elecciones previstas para diciembre.
El número de tropas iraquíes capaces
de operar sin apoyo de EEUU se redujo a un batallón, añadió, según
Reuters.
Galpin, de la BBC, señaló
que las principales víctimas de los últimos ataques son civiles y policías, "la
mayoría de ellos chiitas", lo que incentiva cada vez más el panorama de
guerra civil que viene anticipando los principales líderes iraquíes a y los
propios jefes militares norteamericanos sobre el terreno.
Los
ataques y los atentados de la resistencia iraquí en las últimas semanas se han
incrementado, pues
faltan 15 días para el referéndum sobre la polémica Constitución iraquí. Los
dirigentes chiíes llamaron a la población a votar en masa, pero la minoría
suní se opone a varios puntos del texto.
El próximo 15 de octubre se celebrará
una consulta popular para que la gente exprese su opinión sobre la Constitución
iraquí, aprobada tras semanas de debates y rechazada por varios grupos suníes.
El juicio contra Sadam (que podría ser condenado a muerte), comenzará
apenas cuatro días después del referéndum sobre el nuevo proyecto de
Constitución, que se celebrará el 15 de octubre.
También ésta es una fecha delicada en
el precario proceso político iraquí, dado que los seguidores en la resistencia
prometen "incendiar Irak" si el ex presidente iraquí es condenado a
muerte.
El propio Bush, reconociendo por
primera vez el poderío de la resistencia, anunció un "aumento de la
violencia" a medida que se acerque el referéndum, en el que se prevé un voto
dividido entre chiíes y kurdos, que apoyan el texto, y los suníes, que lo
rechazan al temer que éste pueda provocar la partición del país.
Los "terroristas"
tienen la tradición de intensificar sus ataques antes de eventos claves en la
historia del país", dijo Bush en la Casa Blanca.
"Ellos no pueden
soportar las elecciones. Sólo la idea de ver gente votando es odiosa para
ellos", señaló.
Las ideas del
"triunfalismo" y del "vamos ganando" de los halcones ya quedaron lejos.
Sólo queda
resistir al tiempo de las rebeliones, cuidar con siete llaves el petróleo
robado al pueblo iraquí, y esconder los cadáveres de los soldados invasores que,
envueltos en la bandera norteamericana, le hacen recordar a Bush que la
aventura bélica en Irak ya tiene un final escrito.
En Irak,
estadísticamente, según las cifras oficiales registradas por la prensa, murieron
1.935 soldados norteamericanos desde el principio de la ocupación, a un
promedio de 64 por mes, y más de dos efectivos por día.
Es la hora del
estertor para el invasor de turno en la Casa Blanca, a quien solo le queda
esconder los muertos y mutilados estadounidenses para retardar un poco el
espectáculo.
"Bush no nos deja ni
ver los ataúdes. Se los trae por la noche y en secreto",
señaló el sábado pasado uno de los asistentes a la marcha más multitudinaria que
hayan realizado los que piden el retiro de las tropas de Irak.
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