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Sunday, 27 de March de 2005
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Plan
Cóndor en democracia
Jefe del Comando Sur: "la prioridad
número uno de EEUU es la guerra contra el terrorismo y el narcotráfico"
La afirmación del jefe del
Comando Sur ante el Senado estadounidense, se produce a pocas horas de la
visita de Rumsfeld a la Argentina, donde habría un proyecto de convenio
contraterrorista a suscribir con el gobierno de
Kirchner.
El viaje del titular de Defensa se
encuadra dentro de un plan del Pentágono para abrochar dentro de un
"modelo colombiano" a todos los gobiernos de la región. Una especie de
Plan Cóndor en democracia, esta vez contra el "terrorismo", ejecutado
por
los
gobiernos sumisos de la región. |
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(IAR-Noticias) 21-Mar-05
Informe especial
Durante
una audiencia en el
Comité de los Servicios
Armados del Senado de EEUU, ayer jueves, el
comandante del Comando
Sur, general Bantz Craddock ,dijo que la prioridad número
uno de las fuerzas norteamericanas que comanda en América Latina
es la guerra
contra el terrorismo; y la número dos es el combate
contra narcotráfico.
De esta manera, el alto jefe militar confirma lo adelantado por IAR-Noticias
respecto de que EEUU maneja una
estrategia de guerra contraterrorista global en Latinoamérica, cuyos
principios vertebradores fueron expresados, también en el Senado, por el
jefe de la CIA, Porter Goss, y sus pares del
FBI,
la Agencia de Seguridad Nacional
y
la Agencia de Inteligencia para la Defensa,
es decir, de los máximos
proveedores de inteligencia a
la Casa Blanca.
La estrategia -según las fuentes-
busca instalar la "guerra
contraterrorista" global en
América Latina mezclando a las FARC y otras organizaciones armadas con planes
del "terrorismo internacional" orientados a vulnerar la seguridad
nacional de EEUU y a desestabilizar toda la región.
La
presentación del jefe del Comando Sur ante los congresistas, se realizó a pocas
horas del del viaje a la
Argentina del secretario de Defensa de los Estados Unidos, Donald Rumsfeld,
donde -según nuestras fuentes en Buenos Aires- abordará los temas del terrorismo
y el narcotráfico con el ministro de Defensa, José Pampuro, y con el canciller,
Rafael Bielsa.
Pese a que oficialmente se niega que dichos asuntos estén incluidos en la agenda,
el jefe del Pentágono tocará con las autoridades argentinas cuatro temas
centrales:
A) ley de inmunidad para las fuerzas especiales de EEUU
que operarán en Misiones y en el norte argentino;
B) firma de un convenio de
entrenamiento "contraterrorista" para las fuerzas armadas
y de seguridad argentinas;
C) ley de autorización a las FFAA argentinas para
involucrarse en temas de seguridad interior, función que ahora tienen
expresamente prohibida;
D) firma de un convenio global que abarque los temas esenciales de la
"guerra contra el "terrorismo y el narcotráfico".
Durante la audiencia en el Comité de los Servicios
Armados del Senado, el general
Craddock
elogió el éxito
obtenido por la fuerzas armadas colombianas en su lucha contra el
narcoterrorismo.
El
Comando Sur está brindando apoyo logístico y entrenamiento
a las fuerzas armadas colombianas en su
"lucha contra el narcotráfico y el terrorismo",
además del despliegue de sus fuerzas especiales y batallones de inteligencia en
el área de conflicto.
La articulación de los temas del área de defensa en el contexto
de la "guerra contraterrorista" es parte prioritaria de la estrategia del
comando regional estadounidense, y ahora se la quiere nivelar en un comando
conjunto de fuerzas locales latinoamericanas, tal cual se desarrolló durante
la "guerra antisubversiva", en la década del setenta.
Los convenios "antiterroristas" con Argentina

En la Argentina,
el próximo objetivo del jefe del Pentágono que visitará el país,
de acuerdo a las
leyes de Defensa y de Seguridad Interior, las operaciones de
seguridad interior están a cargo de las policías y de las las fuerzas de seguridad
militar, como gendarmería y prefectura.
Durante una reciente entrevista con Clarín,
el ministro de Defensa argentino, José Pampuro,
señaló que
existía "presión" de
EEUU para que las
fuerzas armadas de la región se involucraran de manera directa en temas de
seguridad. "Es un criterio que impulsan básicamente Canadá y los Estados
Unidos", aclaró, refiriéndose al modelo de Guardias Nacionales de Panamá
y Guatemala.
El ministro de Defensa argentino aseguró que a Washington le interesa en particular que los militares se
involucren en la "lucha contra el terrorismo",
aunque en las últimas horas negó en varios medios que la visita de Rumsfeld
tuviera que ver con el tratamiento de esos temas.
Fiel a su estilo de "doble discurso, el gobierno de Kirchner niega
sistemáticamente que esté embarcado en convenios internacionales de "guerra
contra el terrorismo" con EEUU en la región.
En su columna del diario La Nación
del pasado 27 de febrero Joaquin Morales Solá, uno de los voceros oficiosos
más importante de la embajada norteamericana, escribía: “El contrato básico de
su gobierno (el de Kirchner) con Washington consiste precisamente en que la
administración del actual presidente (Kirchner) sería implacable aquí con el
terrorismo… Y una de las famas de Kirchner es la de insobornable
cumplidor de pactos ... Debería, por lo tanto, movilizar al Congreso”.
Es precisamente en el Parlamento donde se encuentran
"dos convenios internacionales de lucha contra el terrorismo, ambos reclamados por
Washington", señalaba el diario La Nación
dos semanas más tarde.
Por su parte, un
especialista del diario Clarín
destacaba hace una semana “el nivel de
sofisticación y de realismo de la nueva agenda del nuevo comandante del Comando
Sur de Estados Unidos, Bantz Craddock”. “Craddock focalizó su atención en los
‘Estados débiles’… y consideró que la inestabilidad
política y el populismo radical representan amenazas significativas a la
seguridad", señalaba el experto.
Estas caracterizaciones
supuestamente contenidas en los convenios en marcha en el
Parlamento argentino, convierte a cualquier militante social, piquetero o
gremialista en un blanco potencial de las fuerzas embarcadas en la
represión del terrorismo.
Los convenios
en estudio -según fuentes parlamentarias- suprime el derecho de
asilo y el refugio político a toda persona sobre la que, aunque no sea
terrorista, existan “motivos fundados” que puedan revestir esa condición,
definida a su vez en términos de resistencia o como expresión de "populismo
radical".
Según el diario La
Nación, “el canciller Bielsa se reunió con el
titular de la Cámara de Diputados, Eduardo Camaño, para apurar la sanción de los
convenios; y se dijo que el ministro de Economía, Roberto Lavagna, también había
advertido sobre las serias consecuencias que sufriría nuestro país si no
cumple con el Gafi, el Grupo de Acción Financiera Internacional”.
Para integrar esta institución es
necesario establecer una legislación de excepción a las normas constitucionales,
con la justificación de la "lucha contra el terrorismo".
El "modelo colombiano"
"Sonia"
ha negado ser una importante comandante de las FARC.
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Durante la audiencia de ayer en el Congreso, Craddock advirtió sobre los
"grupos islámicos" que apoyan financieramente a
los terroristas a través del lavado de dinero, el contrabando y la falsificación
de documentos.
Por su parte, en su exposición
ante los congresistas, el director de la CIA,
Porter Gross, había dicho que le
preocupa la actividad de grupos extremistas en América Latina y, en
particular, las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), que "poseen
la mayor capacidad y el interés más claro de amenazar los intereses
estadounidenses en la región".
Afirmó que la Agencia cuenta con
"evidencias" de reuniones entre el mando de las FARC y la red fundamentalista
islámica de Bin Laden para coordinar organización y logística orientados a
ataques terroristas contra blancos situados dentro de EEUU.
Recientemente un informe del ejército de Colombia, citado por el diario El
Tiempo, vincula a las FARC con el delito del narcotráfico, y lo
presenta como una organización
terrorista supranacional, tal cual como fue señalada
la red Al Qaeda antes y después de los ataques terroristas a las Torres Gemelas
el 11 de septiembre de 2001 en EEUU.
Durante
un cónclave de Seguridad continental realizado en Cartagena, el año pasado,
el jefe de los
servicios colombianos acusó a las Fuerzas Armadas Revolucionarias de
Colombia (FARC) de haberse infiltrado en Chile, Argentina
y otros países de Centroamérica con la finalidad de
desestabilizar la región y generar una ola de
conflictos montados en el descontento social.
El "cuco terrorista"
de las FARC, convertidas en una "Al Qaeda latinoamericana", es el
caballito de batalla que-según los expertos- están utilizando el Pentágono y la
inteligencia norteamericana para abrochar dentro de un "modelo colombiano"
a todos los gobiernos de la región.
La Argentina, de
concretarse la agenda de Rumsfeld, se convertiría en el país paradigmático de
"guerra contraterrorista" en el Cono Sur.
En su
exposición ante la comisión del Senado,
el jefe del Comando Sur habló no sólo del narcotráfico y del
terrorismo sino también de su relación con el crimen organizado y los
secuestros extorsivos.
Al
igual que lo manifestado ante el congreso por el jefe de la CIA y del resto de las
agencias estadounidenses, el general Craddock
se mostró preocupado por el avance del "terrorismo islámico" en
la región , abriendo las puertas para la intervención de fuerzas especiales
norteamericanas en la región.
En
este punto, se cree que el pedido de una legislación que otorgue inmunidad a
las tropas norteamericanas en la Argentina, será prioritario en la
agenda de Rumsfeld con los ministros Pampuro y Bielsa, ya que su
concreción sería un modelo a aplicar por el resto de los gobiernos de la región.
Según
Craddock, la falta de entrenamiento conjunto
para abordar la "lucha contra el terrorismo" es
serio, porque "otros actores extra hemisféricos pueden llegar a llenar el vacío
y, además, las fuerzas armadas estadounidenses estan perdiendo
interoperacionabilidad con una generación de militares en muchas partes de la
región".
En
síntesis, el plan del Pentágono busca
que haya coordinación efectiva entre ejércitos y países
para desarrollar un programa de "guerra contraterrorista" con la asistencia
técnica y logística del Comando Sur de EEUU.
En definitiva, un
Plan Cóndor, esta vez contra el "terrorismo", ejecutado por los gobiernos
"democráticos" de la región.
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