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(IAR-Noticias) 28En04 /Por Hector L.
Giuliano/ El Traductor/
El
Gobierno y la deuda
Como los aspectos fragmentarios de su política que se van percibiendo con el
correr de los días pueden corresponder a distintas estrategias, el presidente
goza así todavía del "beneficio de la duda" porque la ambivalencia de sus
anuncios y decisiones parciales no permite aun tener un panorama mas completo de
su verdadera Política hasta que no se vean algunos resultados.
Esto es
particularmente cierto en materia de Deuda Publica donde, en realidad, nadie
sabe que se está realmente negociando ni cómo se están desarrollando tales
negociaciones que, en lo esencial, siguen siendo virtualmente secretas.
Como siempre
ocurre en las gestiones políticas, el arte del manejo de las noticias ante la
Opinión Publica reside en presentar las derrotas como logros o victorias del
Gobierno y, en esto, Kirchner pudiera no ser una excepción.
El principal
resultado de las reuniones de Monterrey, Méjico - siempre en cuanto al problema
de la Deuda - es el nuevo compromiso del presidente argentino – ante el
presidente Bush y ante el titular del FMI, Horst Kohler – de cumplir con las
obligaciones actuales de dicha Deuda, garantizar la regularización de los pagos
de los bonos del país que están en default y llegar a un arreglo con los
Acreedores dentro de la mayor brevedad posible sobre la base del no
cuestionamiento al pago de las deudas del Estado.
Se trata de la
toma de decisiones importantes, puntuales y condicionantes del futuro de la
Argentina dentro de su Política de Endeudamiento.
Los dichos,
las firmas y los hechos
En las ultimas
semanas el presidente Kirchner dijo en un discurso "Minga" a las exigencias del
FMI, hablo de ganar por "knock out" al referirse presuntamente al grado
de cumplimiento del Acuerdo con el Fondo y tuvo duras expresiones contra la vice-titular
del FMI, Anne Kruger, por su co-responsabilidad en las políticas aplicadas en la
Argentina durante la década del ´90.
Esto es lo que
el Presidente dice.
Estos dichos
son del mismo presidente Kirchner que acordó en Setiembre del 2003
condicionalidades muy duras de cumplir con el Fondo y que hoy se le están
reclamando, como son - entre otros muchos puntos - la previsión de un aumento de
la Deuda Publica de 46.000 millones de dólares (132.000 millones de pesos) en un
año y medio (entre mediados del 2003 y fines del 2004), las compensaciones
bancarias por la pesificación asimétrica de Créditos y Depósitos (que
constituyen una gran parte de ese incremento de Deuda), la transformación del
rescate de las cuasi-monedas (provinciales y nacionales o LECOP) en mas Deuda
Publica, la reforma del sistema tributario argentino y de la Coparticipación
Federal de Impuestos para poder garantizar la efectivización de los pagos de
servicios de la Deuda, la reestructuración del Sistema Bancario (que incluye la
redefinición del rol de los Bancos Oficiales) y las reformas paralelas en las
administraciones provinciales para poder cumplimentar el resarcimiento de los
servicios de las deudas locales transferidas al Estado Federal (que suman algo
mas de 10.000 millones de dólares).
Esto es lo que
el presidente "firma" o compromete.
Pero, además,
están los hechos: el Congreso aprobó en Diciembre el Presupuesto para el 2004
tal como fue elevado por el Poder Ejecutivo, en el cual se contempla que el
objetivo central de la política financiera es el restablecimiento del Crédito
Publico a través del pronto retorno de nuestro país a los Mercados
Internacionales de Capitales, cosa que – dicho en buen romance - significa
volver a endeudarse (una finalidad, por otra parte, perfectamente en línea con
las exigencias del FMI y los nuevos créditos aprobados por el Banco Mundial y el
Banco Interamericano de Desarrollo, según las presiones del gobierno de los
Estados Unidos y del G-7, y también acorde con las pretensiones de los
Acreedores.
La aceptación
de compensaciones bancarias multimillonarias forman parte relevante del aumento
adicional de la Deuda que se sigue produciendo en la Argentina a través de los
BODEN y las mismas se garantizan en su "seguridad jurídica" – conforme las
exigencias concurrentes del FMI, del Gobierno Norteamericano, de los Acreedores
de la Deuda y de los Bancos - a través de la Ley de Presupuesto para el 2004,
que convalida los principales decretos del Poder Ejecutivo que generaron grandes
deudas por canje (como el 1387/01 de la Administración De la Rúa) y deudas por
Pesificación Asimétrica (bajo Duhalde, empezando por el Decreto 214/02) y que
implican, a su vez, la emisión de nuevas deudas post-convertibilidad.
Paralelamente -
y aceptando también con ello exigencias expresas de los Acreedores, del FMI y
del gobierno Bush - el presidente Kirchner acelera la decisión sobre el
Sindicato de Bancos diseñadores y colocadores del nuevo Plan Brady para la
Argentina (una decisión que, como el Megacanje de Junio/2001, se adopta por
contratación directa) y este grupo se integra con un conjunto de Bancos que
durante la década del ´90 formaron parte del "Club de la Deuda" que llevo al
crecimiento irracional del Endeudamiento Nacional (el mismo proceso de aumento
de Deuda que el presidente Kirchner le censura a la vicepresidenta del FMI, Anne
Kruger).
Además, el
Gobierno esta completando el retiro de las cuasi-monedas (que supone un aumento
de la Deuda Publica por unos 8.000 millones de pesos) y el Banco Central sigue
incrementando en forma indirecta la Deuda a través de la mayor colocación de
LEBAC y NOBAC (cuyo monto se aproxima ya a los 10.000 millones de pesos).
Esto es lo que
el Gobierno hace.
Toda
decisión es deuda
Actualmente
nuestro país tiene una Deuda Publica del Estado Nacional que supera los 180.000
millones de dólares. Si a este monto se le suman unos 20.000 millones de Deudas
Provinciales, un monto indeterminado de Deudas Municipales, Juicios contra el
Estado con Sentencia en Firme por mas de 5.000 millones, Deudas Devengadas pero
aun no registradas contablemente y la Deuda Flotante, el total general estaría
superando hoy los 215/220.000 millones de dólares.
Al 30.6.03 –
ultima cifra oficial publicada por el Ministerio de Economía, correspondiente al
fin de la administración Duhalde – la Deuda del Estado Federal era de unos
153.000 millones de dólares, es decir, que solo en el Segundo Semestre del 2003
esta Deuda aumento en casi 30.000 millones. De todas maneras, estas cifras han
quedado ya desactualizadas a la fecha puesto que una serie de comunicaciones o
trascendidos parciales dan noticia de los nuevos montos adeudados, que pasarían
los 184.000 millones, y de la controversia sobre los atrasos por capital e
intereses, que excederían los 20.000 millones de dólares.
Cabe destacar
que la Deuda en default – esto es, en incumplimiento – se dice que es
poco más de la mitad de la Deuda Total: unos 88.000 millones de dólares, la gran
mayoría en títulos públicos, a los que se sumarían atrasos por intereses impagos
que elevarían ese monto a mas de 100.000 millones.
Como la tasa de
interés promedio ponderada del total de la Deuda Publica es del 5.5 % - al
30.6.03 – si se aplica este porcentaje al stock de deuda registrada a la
fecha de la ultima información oficial, solamente los intereses a pagar serian
del orden de los 8.400 millones de dólares anuales si este coeficiente se lo
aplica sobre los 153.000 (que son unos 25.000 millones de pesos, casi la mitad
del Presupuesto Nacional) o de 10.000 millones de dólares (casi 30.000 millones
de pesos) si se lo aplica sobre el saldo mas actualizado de 180.000.
Aunque le quita
sobre la deuda en default llegase al 75 % del Valor Nominal – suponiendo
así un ahorro de 66.000 sobre los 88.000 millones de dólares en incumplimiento –
los servicios de intereses, por definición, no bajarían, de modo que nuestro
país se quedaría con el pago de unos 6.500 millones anuales por estos servicios
- solo de intereses – según resultaría del calculo de la tasa del 5.5 % de
interés sobre 118.000 millones de dólares (producto de restar los 66.000
millones que son la oferta argentina a los acreedores, de los 184.000 del ultimo
stock calculado del Estado Central, que no es el Total de la Deuda
Nacional). Y 6.500 millones de dólares son casi 20.000 millones de pesos por
año, la tercera parte del Presupuesto.
Todo el
supuesto "balance" del Resultado Financiero argentino se basa en suponer el
refinaciamiento continuo y sine die de vencimientos anuales de capital
por entre 20 y 30.000 millones de dólares, a costa de aumentar irremediablemente
los pagos de servicios por intereses (que serían parte de las "decisiones
difíciles" a las que hizo referencia la asesora en segurida nacional Condoleeza
Rice, en nombre del gobierno norteamericano).
Uno de los
puntos centrales dentro de este esquema es que la Administración Kirchner ha
jugado, expresamente, sus esperanzas de apoyo financiero en los Organismos
Multilaterales de Crédito (FMI, Banco Mundial y BID) y en el sostenimiento
interno proveniente de las AFJP (controladas por los grandes bancos que operan
en la Argentina).
Con lo cual el
ciclo de nuevo endeudamiento volvería a empezar, una vez más.
Y ello pasa
porque el gobierno Kirchner no adopto la posición de cuestionar la legitimidad
de gran parte de la Deuda Publica Argentina, pese a que fue contraida bajo
gravísimas irregularidades que se extienden desde el Régimen Militar (1976-1983)
hasta el Megacanje de Cavallo (mediados del 2001), así como sus operaciones
posteriores; y porque Kirchner tampoco encaro como correspondiera la co-responsabilidad
de los acreedores, de los auditores (empezando por el FMI), de los bancos
colocadores (parte de lo cuales reaparece ahora en el Sindicato) y de las
Calificadoras de Riesgo-Pais.
Y esto pasa
también porque, además, el gobierno Kirchner todavía no sumarió ni puso preso a
nadie por tan graves anomalías de un endeudamiento irresponsable de la Argentina
que estaba, y sigue estando, completamente por encima de su capacidad de pago.
Lo de "traje a
rayas" para los evasores y corruptos – del primer discurso presidencial – no se
aplica en el caso de la Deuda Publica.
No se puede
hablar o sugerir diplomáticamente la "co-responsabilidad" de determinados
funcionarios del Fondo, como Anne Krueger, cuando la responsabilidad fue
directa, institucional y culposa del FMI.
No se puede
hablar ante los acreedores externos de un endeudamiento irracional durante la
década de los 90 sin enjuiciar a nadie y hasta manteniendo la "colaboración" de
personas, bancos y entes que participaron activamente en esa Política de
Endeudamiento.
Cuando se trata
de hablar de Derechos Humanos se enjuicia, desafecta o detiene a cualquier
involucrado en los hechos, aunque hayan participado en forma indirecta; pero
cuando se trata del problema de la Deuda – que también es un problema de
violación de los Derechos Humanos de todo el Pueblo Argentino – allí, por
imposición de las estructuras de poder liberales y corruptas que han manejado
las Finanzas Publicas del País, allí si rige el principio de la "no judicialidad
de los actos políticos".
Es posible que
el presidente Kirchner – como Lula da Silva en Brasil – no comparta internamente
esta servidumbre financiera perpetua que le es impuesta a nuestra Patria, pero
hasta ahora los hechos no están demostrando una voluntad suya de confrontar sino
de convivir con el Sistema de la Deuda.
La
reunión de Monterrey
Dentro de las
novedades producidas durante los últimos días, en este punto la intención no es
abarcar el amplio temario de la Cumbre de Presidentes de las Américas sino
señalar solamente algunos elementos significativos que juegan dentro de este
complejo panorama de la realidad argentina que estamos analizando.
Y estos puntos,
desde el ángulo económico-financiero, tocan dos asuntos principales: la Deuda
Externa y el ALCA.
No se trata,
desde ya, de temas exclusivos pero si de cuestiones relacionadas entre sí que
pesan funcional o coordinadamente en la situación Argentina e Iberoamericana en
general.
La Deuda ha
sido un tema virtualmente ausente en la Cumbre de Monterrey, Méjico,
precisamente una reunión convocada en forma extraordinaria en el marco de la OEA
por presión de los Estados Unidos y con asistencia institucional – entre otros,
pero en forma significativa – de los Organismos Internacionales de Crédito
(esencialmente: FMI, Banco Mundial y BID).
El gravísimo
problema de la Deuda, la cuestión determinante de todo el critico cuadro de
endeudamiento de la Región, ha sido paradójica o sintomáticamente soslayado en
materia de "novedades" dentro de la Agenda de los Presidentes.
Y, en su
discurso, el presidente Kirchner se ocupo de fundamentar debidamente las
características de un programa de Desarrollo Sostenible y las necesidades de
lucha contra la Pobreza, ratifico la propuesta de Dubai, EAU, hecha a los
acreedores de la Deuda Argentina en default, critico la Política de
Endeudamiento seguida durante la Década del ´90 – en el marco del Consenso de
Washington – y elogio los principios de Financiación del Desarrollo como base
para diseñar un Plan Marshall para todo el Continente Americano.
Pero el
financiamiento – privado o multilateral oficial – ha sido y es precisamente el
principal problema de la Argentina; y el Plan Marshall no fue una asistencia
filantrópica de los Estados Unidos a la Europa de Posguerra sino una medida de
contención frente a la expansión del Comunismo Soviético y una política de
suministro de dólares para que los mismos sean destinados a comprar productos en
los Estados Unidos.
No esta claro
si, en este punto, el presidente Kirchner esta haciendo una Propuesta coherente
con su Diagnostico; o bien – analizado en forma amplia – si las Soluciones que
sugiere están en línea con la eliminación de las Causas que han provocado la
gran Crisis de Deuda que vivimos y que el condena.
Porque es un
error pensar en salir de una Crisis de Deuda justamente con mas Endeudamiento.
El segundo
asunto de la Cumbre de las Américas era el ALCA, que el presidente Bush – en
medio de un año electoral y frente a bajos progresos relativos en las
negociaciones para implementarlo a partir del 2005 (exactamente, menos de un
año) se habría visto forzado a desacelerar.
Sin embargo,
este aparente estancamiento en las conversaciones sobre el ALCA, no fue
acompañado por un refuerzo paralelo y oportuno de los intereses comunes del
Mercosur sino que, por el contrario, se están desatando una serie de conflictos
que, cualquiera sea su entidad, pudieran enrarecer el ambiente de las
conversaciones "internas" neutralizando los avances del Mercosur demorando la
adopción de posiciones comunes.
Esto es
particularmente cierto y preocupante a nivel de ciertos conflictos comerciales
frente a la competencia argentino-brasileña y la captación de inversiones por
parte de los dos países, frente a la falta de avance en la coordinación de las
políticas macro-economicas y fiscales de ambosEstados, frente a las Políticas
Financieras de sus Bancos Centrales, frente a la continuidad de sus Políticas de
Endeudamiento y también frente a la cuestión de los tipos de cambio ante la
necesidad de avanzar en el diseño de una moneda común.
Paralelamente,
los conflictos diplomáticos recurrentes entre el gobierno Kirchner y el
presidente Batlle, de Uruguay, abren otro frente vulnerable dentro del Mercosur.
Y esto es importante porque el país vecino, tradicionalmente adscripto a la
Política Internacional del Imperio Británico y hoy, además, con un presidente
pro-norteamericano que privilegia sus relaciones comerciales determinantes con
los Estados Unidos y menosprecia el Mercosur frente al ALCA, puede convertirse
en una fuente de disensos en el Cono Sur.
Y ello, no
tanto por su peso especifico sino por el grado en que la Republica Oriental del
Uruguay pueda ser usada como "ariete" para molestar al gobierno argentino.
Se trata del
mismo presidente Batlle que, bajo la gestión Duhalde, se refirió "off the
record" a que "los argentinos son todos una manga de ladrones" (cosa que, en
parte, seria objetivamente cierta) pero al mismo tiempo omitía decir que el es
presidente de un país que constituye el primer Paraíso Fiscal de los capitales
corruptos de esos "ladrones".
Las cosas son
también inciertas con el nuevo gobierno Frutos (ver: o Duarte/Huarte Frutos) de
Paraguay, que se debate entre la posibilidad de un default (lo mismo que Brasil)
y la continuidad de su dependencia de los acuerdos con el FMI (como Uruguay y
también Brasil).
Y el reciente
reavivamiento de las tensiones de Bolivia y Perú contra Chile por la vieja
cuestión de la perdida de la Salida al Mar Boliviana desde la Guerra del
Pacifico (de fines del siglo XIX) se suma al feo clima de negociación cuyos
tramos importantes se avecinan.
Chile, por otra
parte – y pese al gobierno "socialista" de Lagos (aparentemente tan "socialista"
como el de Lula en Brasil) – ha firmado un Tratado de adhesión al NAFTA con
Estados Unidos, mantiene la dureza de sus posiciones contra Bolivia y ratifica
su privilegio de relación especial con Washington y los Mercados Internacionales
de Capitales.
Todo este
panorama, dentro del cual se mueve la Argentina, hace pensar que el Mercosur –
torpedeado por los Estados Unidos para que no pueda ser una alternativa
independiente frente al ALCA – no seria, por lo menos a corto plazo, una salida
o apoyo consistente para nuestro país hasta que no se resuelvan las tensiones
internas hoy existentes.
Comentarios
finales
Debatir sobre
los verdaderos objetivos, estrategias, anuncios o posturas del gobierno Kirchner
es hoy muy parecido a discutir sobre si el vaso esta medio vacío o medio lleno.
Solo la realidad de los hechos permitirá aclarar este panorama pero estamos en
tiempos de decisiones importantes y los resultados se conocerían relativamente
pronto.
La Argentina se
ha comprometido, en principio, a lograr un Acuerdo con los Acreedores de la
Deuda Publica a mediados de este año, para lo cual debiera presentar ante el FMI
un plan definido de oferta no mas tarde del 31.3.04.
Este compromiso
esta contenido en la ultima Carta Intención suscripta con el FMI – en Setiembre
del 2003 – y declaraciones posteriores de altos funcionarios del gobierno
Kirchner. Si nuestro país no llega a dicho acuerdo en termino – cosa que exigen,
simultáneamente, los Acreedores, el FMI, los Estados Unidos y el G-7 – el citado
Acuerdo con el Fondo, que es a tres años, podría caer por incumplimiento
argentino.
Ciertos
progresos que mostrarían las informaciones estadísticas en materia económica y
comercial no están en línea con la criticidad del cuadro financiero de la
Argentina. Pero tales progresos, esgrimidos por el gobierno como demostración de
mejoría, son utilizados en el exterior para exigir a nuestro país un aumento en
los pagos de servicios de la Deuda y rebajar la propuesta de quita global del 75
% de la oferta de Dubai.
El gobierno
Kirchner pudiera caer aquí en la encerrona de sus propios anuncios porque los
elogios o "reconocimientos" externos serian un "salvavidas de plomo" dentro de
su estrategia de discusión por la reestructuración de la Deuda.
Y esta Deuda
Publica – materialmente impagable, financieramente insoluble y éticamente
ilegitima – constituye el marco dentro del cual la Argentina avanza
aceleradamente hacia un "nuevo Plan Brady" de la mano del Sindicato de Bancos
exigido por nuestros Acreedores.
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