El más completo directorio en español

HOME| Titulares| Diarios| Radios| TV.| Buscadores| Economía| Mundo| Alternativos| Archivo| Mail

 

Latinoamérica

Argentina

Norteamérica

Europa

Medio Oriente

Irak

Asia

Africa

Medios

Internet

Autores

Especiales

Archivo

TITULARES
del Mundo

I Argentina I Brasil I
I América Latina I
I España I EE.UU. I
I Canadá I Europa I
I Asia I Africa I
I Oceanía I

EN VIVO

Radios del
Mundo


I América Latina I
I España I EE.UU. I
I Canadá I Europa I
I Asia I Africa I
I Oceanía
I Medio Oriente
I Internacionales I

MEDIOS
ALTERNATIVOS


I Periódicos
 
y Redes
I
I
Agencias
 de Noticias I
I
Publicaciones
 
y Sitios I
I
Prensa
 
de Izquieda I

BUSCADORES

del Mundo


I América del Norte I
I América Central I
I América del Sur I
I Europa I España I
I Africa I Asia I
I Medio Oriente I
I Oceanía I
I Temáticos I
I Internacionales

TELEVISION

      del Mundo


I América Latina I
I España I EE.UU. I
I Canadá I Europa I
I Asia I Africa I
I Oceanía
I Medio Oriente I

ECONOMIA
MUNDIAL


I América Latina I
I Africa I Asia I
I España I EE.UU. I
I Europa I
I
Oceanía I  
I Canadá
I Medio Oriente
Bolsas del Mundo I

MEDIOS

del Mundo


I Agencias
de Noticias I

I Diarios I 
I Revistas I
I Radios I
I Televisión I

 

Agregar 
a favoritos

Recomendar
 este sitio

 
 

     SECCIONES

LATINOAMERICA  

Friday, 29 de April de 2005

La nueva estrategia imperial

Guerra "democrática" contra Ecuador: estrambótico ejercicio de manipulación de masas

La "revuelta democrática" (o "golpe popular") en Ecuador forma parte de una estrategia global orientada a cerrar el control político-institucional y a hegemonizar el dominio sobre el petróleo, los recursos estratégicos y los sistemas militares y de inteligencia en América Latina. El diseño de la nueva Guerra "Democrática" (que sustituye a la guerra de conquista militar) es trazado por expertos en guerra psicológica -civiles y militares- aplicada con medios masivos y ejercicio de manipulación de masas. La insurrección en el Ecuador constituye un eslabón más en la cadena de revoluciones de "terciopelo" armadas por la CIA en Euroasia, y refleja la misma estrategia utilizada para desestabilizar a Europa del Este, a Yugoslavia, a China, a Irán, a Corea del Norte, a Venezuela, a Cuba y a Rusia. Naciones (del "eje del mal") que  constituyen la lista de "países reacios" a someterse a la geopolítica conquistadora de Washington.

 

(IAR-Noticias)  29Abr-05          

Por Isidro Herrera Hernández * / Especial para IAR-Noticias            

Manifestantes en QuitoSustentada en la doctrina de guerra no violenta, Washington promueve una política de cambio jurídico en el Ecuador, a través del financiamiento de movilizaciones "ciudadanas" por la "defensa de la institucionalidad jurídica", la cual proporcionará una verdadera arquitectura institucional que otorgue seguridad judicial al proyecto geopolítico anglosajón.

Como parte del mismo designio, se propone reformar las administraciones públicas y las legislaciones nacionales, con miras a la instauración de una "democracia" importada.

En realidad, se trata de justificar legalmente todos las iniciativas neocoloniales promovidas por la Casa Blanca (ALCA, TLCANPLUS, Plan Colombia y Plan Andinia) con el fin de asegurar que el sistema político, jurídico, social y económico del Ecuador se adapte al proceso geoestratégico financiado desde el exterior, y por este medio, se afiance la reestructuración jurídica de dicha nación proyectada por los Estados Unidos.

En tal escenario, la directriz geoeconómica de Washington (instrumentada a través de tratados de "cooperación" en materia comercial y de seguridad, y por medio de revueltas "democráticas" contra aquellas naciones que detenten una posición geográfica de primera magnitud) diseñada para apropiarse de una zona que posee el 25% de la biodiversidad global, el 20% de las fuentes de agua dulce a nivel planetario y unas reservas de petróleo que superan en más de cuatro veces a las de los Estados Unidos, tendría resultados verdaderamente catastróficos para la región.

El diseño geoestratégico de la revoluciones "democráticas" es trazado por el Instituto Albert Einstein, de la Universidad de Massachusetts. Su pauta operativa es delineada por Gene Sharp, miembro del referido instituto y del Centro para Asuntos Internacionales de la Universidad de Harvard. En su libro titulado From Dictatorship to Democracy: A Conceptual Framework for Liberation, Sharp esquematiza la guerra "democrática" como herramienta de conquista no militar.
http://www.onlinejournal.com/Special_Reports/031905Mowat-1/031905mowat-1.html

Nos referimos a una estrategia de guerra "democrática" sobre el núcleo geopolítico latinoamericano, cuyo esquema se respalda en una Revolución Civil en Asuntos Militares maquinada desde los tiempos de la guerra fría. Actualmente, es desarrollada por militares instruidos en guerra psicológica de la RAND CORPORATION, cuyas ligas con el gobierno neoconservador son evidentes.

Desde una perspectiva geopolítica, semejante Revolución Civil en Asuntos Militares forma parte de la visión unilateral y belicista que ha caracterizado al gobierno estadounidense desde el 11 de septiembre del 2001.

Precisamente, sobre Latinoamérica son aplicadas las nuevas técnicas de guerra "no violenta" delineadas por el gobierno norteamericano. Hablamos de una "alternativa al tradicional concepto militar de la defensa nacional", tal como expresan Gene Sharp y George Kenan. Se trata de estimular revueltas "democráticas" para conquistar y desestabilizar selectivamente aquellas regiones de interés geoestratégico apetecidas por sus ingentes riquezas naturales.

Sin duda alguna, la acometida contra el Ecuador forma parte del mismo bosquejo geopolítico. En dicha geoestrategia se prepara el derrocamiento de gobiernos legítimamente elegidos como parte del esquema de revolución "democrática" diseñado por Washington.

La policía cargando contra los manifestantes. (Foto: EFE)Así las cosas, una ofensiva desestabilizadora fomentada contra América Latina robustecería la supremacía geopolítica de los Estados Unidos sobre el hemisferio y descarrilaría la unificación soberana de Latinoamérica. Ello provocaría que Washington impusiera un perímetro defensivo sobre las fronteras continentales, rediseñara el armazón jurisdiccional hemisférico y fraguara -con o sin la anuencia de los gobiernos regionales- la "integración" de los sistemas de seguridad regionales.

Además, la instrumentación de revoluciones "democráticas" requerirá el empleo de las tecnologías modernas y la utilización de pequeños grupos que sepan manejar la inteligencia y las comunicaciones en tiempo real.

En este proceso de asonadas "democráticas" a nivel global se utilizan los sistemas de Internet, los teléfonos celulares, las redes de satélites, las computadoras personales y los videojuegos como utensilios de guerra psicológica.

No olvidemos que los sistemas comunicacionales fueron desarrollados por los expertos en guerra psicológica adscritos al Departamento de la Defensa en tiempos de la guerra fría.

El grupo neoconservador que dirige la Revolución Democrática Global lo conforman las Organizaciones no Gubernamentales y los organismos de inteligencia estadounidenses con gran experiencia en asuntos de manipulación de masas y guerra psicológica.

Su talante "no violento" y al mismo tiempo agresivo hacia los mecanismos tradicionales de la política se explica por sus íntimas conexiones con medios políticos ligados a ciertas posturas, como el Proyecto para un Nuevo Siglo Estadounidense (PNAC) -cuya dirección recae en Paula Dobriansky, actual secretaria de Estado para Asuntos Globales- quien aboga para que la geopolítica intervencionista de Washington apunte contra todos los grupos y países que considera amenazas para sus intereses.

Tal estratagema "democrática" constituye un instrumento necesario para la conquista mundial y forma parte de las trascendentales innovaciones geopolíticas bosquejadas por Washington. En defensa de tal afirmación citemos a Ian Traynor, destacado investigador del rotativo británico The Guardian, para quien la revolución "democrática" acontecida en Ucrania realmente fue un "estrambótico y brillante ejercicio de manipulación de masas" a cargo de los Estados Unidos, cuya aplicación satisfizo sus aspiraciones geopolíticas. (The Guardian, 12/26/04)

En su pretensión por transformar a Latinoamérica en una base de operaciones contra la región euroasiática, los Estados Unidos han usado las mismas estrategias que emplearon en Serbia, en el año 2000, en Georgia y Venezuela, en el año 2003, y en Ucrania, en el año 2004. Revoluciones de "terciopelo" a las cuales se suma por méritos propios la acontecida actualmente en Ecuador.

Las "revoluciones de terciopelo"

El alcalde de Quito Paco Montayo, en el centro con camisa blanca, huye de los gases lacrimógenos junto a manifestantes en QuitoTal como oportunamente manifestó el derrocado presidente de Kirguiztán, Askar Akayev: "Confrontamos actualmente aquellas fuerzas utilizadas para reproducir el mismo escenario de Georgia y Ucrania".

Asimismo, el presidente de Uzbekistán, Islam Karimov, denuncia la directriz seguida por Washington y sus "Organizaciones no Gubernamentales" en materia de revoluciones "democráticas", como herramienta para controlar a perpetuidad los recursos minerales del mundo entero pues, conforme al referido mandatario, detrás de este tipo de insurrecciones se encuentran poderosos intereses, como lo del magnate George Soros.

Virtualmente, Washington ha extendido una malla de revueltas "democráticas" desde el Asia Central, atravesando el Medio Oriente y África, hasta llegar a América Latina, cuyas consecuencias podrían representar un riesgo para la estabilidad global. Así, la insurrección en el Ecuador constituye un eslabón más en la cadena de revoluciones de "terciopelo" manufacturadas por la CIA.

Las revoluciones "democráticas" expresan los intereses de la maquinaria corporativa de los Estados Unidos y de su aparato de inteligencia. De tal manera, hay que agregar a la serie de insurrecciones importadas en Europa, Asia Central y Sudamérica, las revoluciones geoestratégicas fraguadas por la CIA en la plaza de Tiananamen y Checoslovaquia, en 1989.

Dicho proyecto de conquista mundial ha sido impulsado por organismos tales como: la National Endowmen Democracy (NED), el National Democratic Institute for International Affairs (NDI) y el International Republican Institute (IRI). Estos organismos, vinculados estrechamente a la geoestrategia anglosajona, han financiado la revolución de terciopelo en Ecuador.

Recordemos que la NED fue creada por Ronald Reagan, en 1983, con el propósito de ayudar a la CIA en el derrocamiento selectivo de los gobernantes insumisos del Tercer Mundo y de la Europa del Este.

Empero, se han venido dibujando serios obstáculos a la geopolítica estadounidense, entre los cuales resaltan los gobiernos que promueven un orden internacional que favorezca la cooperación y la coexistencia pacífica. Por ello, en materia geoestratégica Washington fragua la apertura "democrática" y el derrocamiento selectivo de esos gobernantes.

Protestas en Ecuador

Si Latinoamérica sucumbe frente a la nueva guerra "democrática" sus recursos estratégicos, sus servicios de inteligencia, su arquitectura jurídica y su destino como región independiente serán controlados por la geopolítica norteamericana. De tal manera, la estructura jurídica, política, económica y social del hemisferio se adaptaría al proyecto neocolonial instrumentado por Washington, y se consolidaría el rediseño jurisdiccional del continente planeado por los Estados Unidos.

La réplica de la "revolución de terciopelo" forjada contra Ecuador forma parte del mismo proyecto geopolítico de reestructuración jurídico-política y de desestabilización universal, financiado por los organismos "ciudadanos" adscritos a la geoestrategia intervencionista de los Estados Unidos.

Las movilizaciones "ciudadanas" contra aquella nación responden a la directriz geopolítica trazada por Washington para apoderarse de los recursos estratégicos, los servicios de inteligencia y el sistema judicial del Ecuador.

Esta "revolución de terciopelo" (en escala latinoamericana) refleja la misma estrategia utilizada para desestabilizar a la Europa del Este, a Yugoslavia, a China, a Irán, a Corea del Norte, a Venezuela, a Cuba y a Rusia. Todas estas naciones constituyen la lista de países reacios a someterse a la geopolítica anglosajona.

Por ello, la desestabilización contra Ecuador se inscribe en un proyecto global, cuyo propósito es provocar fisuras geopolíticas en aquellas regiones de relevancia geoestratégica. Tal es el caso de Latinoamérica, la cual sostiene estrechos vínculos estratégicos con Rusia y China.

En el mismo tenor, la instrumentación de guerras "democráticas" en aquella región provocaría serias y peligrosas fracturas geopolíticas, cuyas reverberaciones traspasarían las fronteras continentales.

Enfrentamos un momento riesgoso para la integración soberana de América Latina, ya que cualquier hendidura geopolítica puede derivar en una conflagración mundial de impensables consecuencias.

* Investigador del Centro de Estudios Estratégicos y Geopolíticos (CEEG)
ceeg_mexico@yahoo.com.mx

Informes relacionados:
Operación de la CIA para instalar la "guerra contraterrorista" global en América Latina
El Peligro de una "guerra energética" / Ofensiva geopolítica del Imperio petrolero estadounidense

 VOLVER A HOME

comentar esta nota

© Copyright 2003  iarnoticias.com | Derechos reservados | Director Rodrigo Guevara

 

Se autoriza el libre uso, impresión y distribución de toda la información editada, siempre y cuando no sea utilizada para fines comerciales y sea citada la fuente.

contactos@iarnoticias.com