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(IAR-Noticias) 18En04
Mientras las
manifestaciones
contra la guerra, la violencia y el militarismo son una constante en IV
Foro Social Mundial (FSM) que se celebra en Bombay, un informe de una
organización internacional señala que todo el mapa mundial está poblado de
conflictos de diversa índole, entre los que predominan las luchas armadas y la violencia social.
Desde la guerra en
Irak hasta la disputa limítrofe entre Etiopía y Eritrea, el comienzo de 2004
encuentra al mundo afectado por setenta conflictos, según un informe publicado
por la organización Crisis Watch.
Esta organización
internacional edita mensualmente uno de los informes que publica con los
resultados de sus programas de análisis en los cinco continentes para prevenir y
resolver conflictos.
En su
última edición
incluyó 70 conflictos potenciales o en desarrollo.
Los conflictos obedecen a
distintas causas: étnicos, procesos de estabilización después de guerras,
disputas territoriales o limítrofes, etapas de transición luego de elecciones,
deterioro institucional con crisis social, entre otros.
Algunos son recientes,
otros llevan décadas de antigüedad, algunos parecerían estar a punto de
su peor estallido, en tanto que otros parecerían encaminarse hacia alguna solución.
En general el mapa de
conflictos en el mundo no empeoró en comparación con un año atrás.
El caso en particular que
podría estar peor o agravarse es Irak, donde la intervención liderada por
Estados Unidos puede tener efectos más negativos que el presente.
En este momento los
conflictos más explosivos son los de Haití, Zimbabwe, Costa de Marfil,
Colombia, Afganistán e Irak, entre otros.
Riesgo inminente
Crisis Watch señala cuatro países en donde hay un alerta de riesgo de violencia
inminente:
Costa de Marfil, Georgia, Haití y Sudán.
En Costa de Marfil,
dividida por el conflicto étnico, las condiciones de seguridad continuaron
agravándose durante el último mes con ataques y protestas sociales.
En Georgia, el informe señala que existe un riesgo de desintegración por
las pretensiones separatistas de algunas regiones, o de desembocar en una guerra
civil.
Luego de la renuncia del
presidente Edward Shevardnadze en noviembre, forzada por las protestas durante
la llamada "revolución de terciopelo", el país se enfrenta a un
peligroso período de transición. El 4 de este mes se celebraron elecciones
presidenciales, que ganó el líder del alzamiento, Mikhail Saakashvili.
En Haití hubo varios muertos y heridos como consecuencia de las
protestas sociales durante todo diciembre contra el presidente Jean Bertrand
Aristide. En los últimos días la oposición realizó un paro de 48 horas y una
multitudinaria marcha para pedir la renuncia del mandatario.
La Organización de Estados Americanos (OEA), el gobierno de Aristide y la
oposición siguen sin acordar un mecanismo para llamar a una asamblea, y la
violencia continua en escala ascendente.
En Sudán, si bien la guerra civil parece tocar a su fin, la
situación en el oeste del país se agravó. Mientras continúan las negociaciones
para dejar atrás los 20 años de conflicto interno, en la región de Darfur
preocupan el deterioro de los derechos humanos y la situación humanitaria.
Los que empeoraron
Según Crisis Watch, las situaciones que más se deterioraron en el último mes por
posibilidad de mayor violencia, además de Costa de Marfil y Haití, son las de la
República Central Africana, Paquistán, Serbia y Zimbabwe.
En Paquistán, el presidente Pervez Musharraf sufrió dos intentos de asesinato en
menos de dos semanas, mientras
en Zimbabwe la inflación llega al 620% y el gobierno apoya a milicias que
cometen violaciones y otros abusos de los derechos humanos.
En Serbia, las elecciones parlamentarias marcaron el inicio de un período de
inestabilidad política. Un partido ultranacionalista aliado del ex presidente
Slobodan Milosevic ganó los comicios.
Aunque no consiguió la
mayoría necesaria para formar gobierno, tendrá el poder de bloquear reformas. La
agrupación de Milosevic logró casi un 8% de los votos.
En grave
crisis
En los 58 países o regiones donde la situación se mantuvo sin cambios en sus
niveles de conflicto hay algunos con graves crisis, como Irak y Afganistán,
o la disputa entre israelíes y palestinos en Medio Oriente.
En Irak las tropas norteamericanas produjeron un gran impacto el mes último al
capturar al ex presidente iraquí Saddam Hussein.
No obstante,
los ataques continuos
de la resistencia no se detuvieron y dejaron decenas de muertos (el Pentágono
informó oficialmente que suman más de 500). La captura de Saddam no terminó con
la ofensiva de la resistencia iraquí.
De esta manera la situación sigue sin esperanza de estabilidad por mucho
tiempo, sostiene Crisis Watch.
.
En Afganistán, la seguridad empeoró en el último mes. Los atentados
recrudecieron y varios fueron reivindicados por los talibanes. Además estuvieron
al borde del fracaso los intensos debates sobre la nueva Constitución.
Finalmente se llegó a un acuerdo, con el que varios sectores quedaron
disconformes, lo que refleja las diferencias internas que persisten.
Los que experimentaron mejoras
Los conflictos que mejoraron son las de Burundi, las islas Comoros,
Etiopía/Eritrea, Guatemala, Cachemira y
Libia.
En la república africana
de Burundi hay optimismo, ya que los líderes del mayor grupo rebelde Hutu
trabajan con el gobierno para implementar los acuerdos de paz de noviembre.
También en Africa el conflicto limítrofe entre Etiopía y Eritrea ha bajado los
decibeles y las fuerzas armadas de ambos países han manifestado su disposición
para mantener la estabilidad militar en la frontera.
La situación parece haber mejorado en Cachemira, donde India y Paquistán se enfrentan desde hace décadas. Mientras continúa el alto el fuego,
esta semana los dos gobiernos anunciaron que reanudarán las negociaciones
sobre los puntos más conflictivos de la relación bilateral, incluida Cachemira.
Libia, por su lado, sorprendió con su anuncio de que abandonaría su programa de
armas de destrucción masiva y
permitiría inspecciones incondicionales. De esta manera abrió posibilidades para
el levantamiento de las sanciones que soporta desde hace casi dos décadas.
La situación también ha mejorado en Guatemala, donde el miércoles último asumió
la presidencia Oscar Berger, que
ganó el 28 de diciembre último en una segunda vuelta que se desarrolló en paz, a
diferencia de la violencia y atentados que se produjeron durante la
primera vuelta de noviembre.
Sin avances
El informe señala otros cuatro países de América latina en los cuales no se
registró ningún tipo de solución.
En Colombia, el
conflicto militar entre el gobierno y los grupos guerrilleros que se desarrolla
desde hace décadas no parece aribar aún hacia una solución.
En el último mes, el
grupo paramilitar ELN rechazó la oferta del gobierno para conversaciones de paz,
mientras fueron capturados dos jefes militares de las FARC: Simón Trinidad, uno
de los siete líderes principales del grupo, y el "zar de los secuestros".
En Ecuador continúan las manifestaciones en
del contra el presidente Lucio Gutiérrez, en tanto que en el
Perú el mandatario Alejandro Toledo pidió la
renuncia a la totalidad de su gabinete, en un esfuerzo por superar la crisis
política en la que está inmerso.
En Venezuela la oposición al presidente Hugo
Chávez presentó 3,6 millones de firmas para convocar a un referéndum revocatorio
de su mandato, pero Chávez afirma que la mayoría de esas rúbricas son
fraudulentas. La tensión podría aumentar la semana que viene cuando la autoridad
electoral decida si las firmas son válidas o no.
El foro por
la paz
Estos conflictos que
azotan al mundo no son ajenos a las manifestaciones pacifistas y
antimilitaristas que se desarrollan durante el debate del IV Foro Social
Mundial en Bombay.
Las
protestas contra la invasión a Iraq y los llamados a combatir el militarismo y
las políticas neoliberales caracterizaron hoy el segundo día del Foro Social
Mundial, que se celebra en esta ciudad con la asistencia de más de 100 mil
delegados.
Consignas como "Fuera de
Iraq, tío Sam" o "Aplastemos al imperialismo", e incluso, muñecos donde se
ridiculiza al Presidente de Estados Unidos, son portados por los activistas
antiglobalización, religiosos, ecologistas, intelectuales y sindicalistas que
asisten a este cónclave, que ya se perfila como uno de los más cosmopolitas y
universales.
En otra de las cientos de
tribunas, mesas redondas y talleres instalados en ocasión del FSM, la ex alta
comisaria de la ONU sobre los Derechos Humanos Mary Robinson hizo un llamado a
poner fin a la incontrolada proliferación de armas en todo el mundo.
"Las auténticas armas de
destrucción masiva son las convencionales, que causan cada año la muerte a medio
millón de personas en el mundo", dijo la también ex primera ministra de Irlanda.
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